A prepararse: cuatro regiones recibirán intensas lluvias esta semana
De acuerdo con lo detallado por la DMC, las precipitaciones comenzarán durante la madrugada del martes 22 de abril, extendiéndose hasta la madrugada del miércoles 23.
Los reos son contrarios a la medida que busca evitar el funcionamiento de teléfonos al interior del recinto penitenciario.
La inminente entrada en funcionamiento de los inhibidores de señal de teléfonos, que busca evitar que los internos sigan delinquiendo desde el interior del recinto penitenciario de Santiago 1, ha puesto en alerta a Gendarmería y al Gobierno.
Según consignó El Mercurio, al interior de la institución afirman que existen diversas amenazas por parte reos organizados que buscan impedir que dichos elementos comiencen a operar.
Asimismo, existiría información de que se contrataría a "sicarios" para disparar a las antenas inhibidoras desde el exterior del recinto.
A su vez, mencionan la realización de motines al interior del recinto, contiguo al Centro de Justicia, con presuntas amenazas a abogados defensores de tomarlos como rehenes para estos efectos, por lo que los profesionales habrían optado por suspender sus visitas hasta mediados de abril.
La autoridad se refirió además a la situación de la siderúrgica Huachipato, asegurando que el Gobierno "no puede hacer responsable de la gestión de una empresa privada".
En la institución carcelaria detallan que la operación de estos aparatos estaba programada para el 19 de marzo, pero que se "ha ido posponiendo" por esta situación de amedrentamiento.
Desde el Gobierno señalan que, si bien no han recibido amenazas claras, optaron por tomar precauciones y el Ministerio de Justicia ordenó un reforzamiento de la seguridad tanto al interior como en el perímetro del recinto, en coordinación con la cartera de Interior, pues Carabineros actúa en la vía pública.
En cuanto a la fecha en que funcionarán las antenas, optaron por no revelarla por motivos de seguridad.
De acuerdo con lo detallado por la DMC, las precipitaciones comenzarán durante la madrugada del martes 22 de abril, extendiéndose hasta la madrugada del miércoles 23.
Los hechos registrados han encendido las alarmas por un eventual repunte de la violencia rural en la zona.
La mujer de 56 años fue vista por última vez el pasado 3 de abril, saliendo de su hogar con destino al centro de la ciudad para una reunión con su empleador.