• 09 DIC DE 2024

Inteligencia Artificial: Tareas pendientes para su desarrollo este 2024

columna opinion | cedida

La Inteligencia Artificial se ha ido posicionando, promoviendo nuevos desafíos y un amplio desarrollo.

Hace algunos días, la ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aisén Etcheverry, dio una entrevista comentando el gran impacto que tuvo la Inteligencia Artificial en Chile y el mundo durante 2023, y cómo su surgimiento trajo diversos desafíos, entre ellos, un rápido desarrollo y la necesidad de regular su uso protegiendo los derechos de las personas por encima de todo.

Es cierto que el año que recién pasó fue un punto de quiebre para la humanidad, con la llegada de Chat GPT y otras herramientas que demostraron que la IA no sólo sorprende con sus atributos, sino que dejó de ser algo abstracto para transformarse en una realidad cotidiana. A nivel local, fue tema en los medios de comunicación y en redes sociales, donde fuimos testigos de canciones creadas a partir de la tecnología, fotos de eventos que no ocurrieron pero que parecían ciertos, e incluso pudimos sorprendernos con una entrevista a Charles Darwin creada con IA.

Y tal como anticipa la ministra, este 2024 el boom tecnológico viene con todo en tres ámbitos claves. El primero es la coordinación internacional en materia de Inteligencia Artificial, donde las Naciones Unidas está trabajando fuertemente en una gobernanza al respecto, la que contará con la participación de varios países de la región. Aquí es importantísimo que Chile tome un rol activo y busque liderar el diálogo, ya que tenemos todas las condiciones, un amplio acceso a la tecnología e infraestructura, atributos que nos permiten posicionarnos como referentes dentro de Latinoamérica.

El segundo aspecto se relaciona con la regulación misma a nivel local. Nuestro Congreso tiene la misión de discutir y llevar adelante esta normativa, siempre con una mirada puesta en lo que está pasando en el mundo. La Unión Europea, por ejemplo, cuenta con propuestas que vale la pena tener en cuenta y el objetivo debe ser siempre lograr un equilibrio entre regulación e innovación, con normas que no impidan el avance tecnológico en especial si con ello se está ayudando a resolver desafíos actuales como por ejemplo, la crisis climática.

Un tercer punto apunta al rol de la academia, la investigación y la industria en Chile. Mantener un interacción constante con actores de la industria, la sociedad civil y la educación facilitará conocer las preocupaciones y las propuestas de cada uno de ellos para crear medidas que sean realmente efectivas para todos.


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Además, es fundamental recalcar el efecto que tendrá la IA en el área laboral como instrumento de apoyo. No porque exista un mayor uso de Inteligencia Artificial se dejará de innovar, lanzar proyectos, instancias de participación y/o concursos públicos. Las herramientas de IA son eso, un complemento a las tareas humanas que requieren ser más eficientes, rápidas y que quitan tiempo. En ningún caso significan un sustituto a la creatividad, el pensamiento crítico y las capacidades de razonamiento únicas que tenemos los seres humanos.

A futuro, estoy seguro de que seguiremos escuchando grandes novedades sobre la Inteligencia Artificial y cómo impacta de manera directa en nuestra vida diaria, en la manera en que trabajamos, nos divertimos, nos transportamos, consumimos contenido y mucho más. Encontrar un equilibrio y regular el uso de la IA, son entonces, tareas primordiales para que todas estas acciones beneficien a los usuarios y podamos decir que contamos en el país con un desarrollo sostenible de la IA.