"Ciertamente estoy muy lejos de ser quien me gustaría ser, pero no soy un asesino", aseveró el imputado.
Este jueves 21 de diciembre, se dará a conocer el veredicto de Nicolás Zepeda, acusado de la desaparición y asesinato de Narumi Kurosaki.
Debido a lo anterior, el tribunal le dio una última oportunidad de expresarse libremente frente al jurado, momento en que el joven chileno rompió en llanto.
"En este juicio hablamos mucho de lo que hice mal, de lo que no hice, de lo que no dije", aseveró Nicolás Zepeda.
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Agregando que "ciertamente estoy muy lejos de ser quien me gustaría ser, pero no soy un asesino". "¡No soy un asesino, no maté a Narumi!", insistió el acusado de la desaparición de su exnovia japonesa.
En ese momento Nicolás Zepeda rompió en llanto y desconsoladamente comenzó a subir su tono de voz: "No sé decirlo de otra manera... ¡Yo no la maté!".
🇫🇷🚨 ÚLTIMAS PALABRAS DE ZEPEDA
— Roberto Cox (@CoxRobertoCox) December 21, 2023
Nicolás termina su última intervención con un llanto desconsolado. Durante varios minutos permanece sentado con las manos en su rostros.
El jurado se retira para deliberar en una sala privada a la que nadie más puede acceder.#Zepeda
En el marco del 12° día del juicio de apelación por el asesinato de su ex pareja, el fiscal general Etienne Manteaux solicitó cadena perpetua. "Un proceso penal debe permitir reintegrar simbólicamente al acusado a la vida humana. Si Nicolás Zepeda hubiera admitido los hechos, hubiéramos podido entender su actuación", aseveró.
Agregando que "comprender no significa disculpar, pero es un paso esencial para que el culpable trabaje sobre sí mismo. Nicolás Zepeda ha optado por permanecer en la negación; tiene derecho a hacerlo".
Por otro lado, el fiscal criticó la falta de empatía hacia la familia de Narumi Kurosaki: "No encuentro circunstancias atenuantes. Hizo mal uso de sus dotes naturales al poner su inteligencia superior a la media al servicio de su proyecto criminal".
"En estas condiciones, exijo que sea declarado culpable y condenado a la pena máxima de cadena perpetua", solicitó Etienne Manteaux.
