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Los adoptados ilegales durante la dictadura han comenzado el encuentro con sus familias biológicas luego de 40 años apartados.
"Con emoción y un emotivo abrazo", así se resume la reacción de los adoptados ilegales durante la Dictadura durante la década de los ochentas.
El primer encuentro de Scott Liebermann, quien fue adoptado por una pareja estadounidense, y su hermana, Jeny Escalona, quien reside en Cañete se produjo luego de 42 años.
La “travesía” de Scott -quien vivió en California toda su vida- partió hace muchos años, precisando que ya había estado en el país en 2007 buscando a su familia biológica.
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El primer acercamiento lo tuvo cuando contactó a una mujer llamada Renee Colgan, quien señaló que “ayudó a mis padres a organizar la adopción. Ahí me pregunté si había cómo encontrar a mi familia biológica".
Según señala Scott, "ella mintió y me dijo ‘no hay’, porque Pinochet gobernaba y no habían registros”., situación confirmada por la fundación Nos Buscamos.
El encuentro de una de las personas "símbolo" de los adoptados ilegales se dio en tierras chilenas luego de 42 años de espera, a lo que el protagonista señaló:
“Aquí es donde se suponía que yo debía vivir. Tengo 42 años y aquí estoy, mirando a mi padre. Estamos exactamente a la misma altura, tenemos las mismas orejas y la misma nariz. Lo miro a los ojos y me veo allí. Lloré mucho”.
Cabe recordar que la madre biológica de Scott Liebermann, Rosa Mardones Peña, falleció en 2015 víctima de un cáncer a los huesos, por lo que no pudieron reencontrarse.
Eso sí, su hermana le entregó como regalo un perfume que utilizaba su madre, así como una caja de mandalas que ella misma confeccionó antes de morir. “Me volví loco. Esta es la conexión más física que puedo tener con ella, el mero hecho de tener este perfume y saber cómo olía", reflexionó.
