Alcaldes y parlamentarios se reúnen en Estación Central para generar propuestas conjuntas de seguridad
El sentido de urgencia con las medidas de seguridad para implementarse fue la tónica que marcó la conversación.
El chocolate y el cacao es algo milenario para el pueblo Inca, y así fue como lo heredó todo el Perú. Desde ahí nace la fábrica de chocolates La Ibérica, ubicada en Arequipa.
Por estos días, luego de haber llevado su marca a todo el país, comenzaron a buscar la expansión al mundo, y ahora aterrizaron en Chile con sus calugas, turrones y chocolates.
Fue así como hablaron con LaHora.cl Claudia Vidaurrázaga, gerente comercial de La Ibérica y Bernardo Suárez, gerente general de la marca.
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[caption id="attachment_37926" align="aligncenter" width="1200"] Claudia Vidaurrázaga, gerente comercial de La Ibérica[/caption]
Un poco de su historia
Es Claudia como parte de la familia la que cuenta como partió todo. "Esto comienza en Arequipa, y el papa del fundador era marino mercante, y en un viaje que tiene su nave a avería y mientras la arreglar el decide ir a la ciudad para esperar".
A todo esto esto pasa en el puerto de Mollendo, tal como explica Bernardo. "Entra a hacer reparaciones ahí en el puerto". "Y bueno, ahí el decide que cuando se jubile va a venir con su familia a vivir a Arequipa", dice Claudia Vidaurrázaga.
Es ahí donde el padre del fundador, Juan Vidaurrázaga Menchaca, decide enviarlo al bachillerato a España. "Ahí conoce al hijo de un señor que tiene una fábrica de chocolates, y ahí comienza todo".
[caption id="attachment_37907" align="aligncenter" width="492"] Juan Vidaurrázaga y su padre, Vicente Vidaurrázaga[/caption]
"Cuando vuelve a Perú decide poner una fábrica de chocolates, y regresa a España a aprender a hacerlos. Compra las máquinas y comienza en 1909", explica Claudia.
Una de las visiones
La Ibérica en su nacimiento tenía también como misión dar una gran cantidad de empleos, y sobre todo a mujeres. "El quería hacer una fábrica que necesitara mucha mano de obra y sobre todo mujeres", cuenta la nieta del dueño.
Bernardo, el gerente comercial, agrega. "Además era bastante inclusiva, porque aceptaba y acogía a madres solteras, que en ese tiempo era incluso mal visto, era un estigma. Eso realza un poco el carácter del señor, que era muy solidario".
[caption id="attachment_37912" align="aligncenter" width="489"] Personal de fábrica en 1927, enteramente femenino[/caption]
Su llegada a Chile
Siendo que tienen años de tradición en el Perú, el que La Ibérica no estuvieran en el mercado chileno antes lo explica Bernardo Suárez. "Es verdad, siendo que Arequipa está tan cerca de Chile, es extraño que no hubiera estado antes aquí".
Pero todo tiene una explicación. "Por esas cosas de la vida, las primeras dos generaciones y sobre todo el fundador nunca salió de Arequipa, y los productos tampoco. Y es que era otra realidad, no habían las vías de comunicación", dice el gerente.
"Ahora, la segunda tampoco tampoco salió fuerte, hicieron un par de cosas fuera. Pero ahora que llegó Claudia a la empresa es que se vuelve nacional hace 20 años", expresó Bernardo.
Dentro de lo que explica Claudia Vidaurrázaga, el proceso de expansión pasó por, "encontrar socios estratégicos, pues el cacao que nosotros ocupamos es bien frágil a la humedad y al calor, a los olores fuertes. Por eso había que encontrar quienes quisieran hacer marcas en la ciudad".
"Es así como comenzamos a tener socios importantes en el país y en especial en Lima. Es así como tenemos clientes que tratamos en Lima de forma directa y 2 distribuidores que atienden las tiendas", especifica Vidaurrázaga.
Cabe mencionar que ya tienen un punto de venta en Santiago y proto habrá otro. "Tenemos un puesto en el Parque Arauco que se estrenó el 3 de septiembre, y pronto tendremos uno en el Mall Costanera Center".
En cuanto al precio versus calidad, pues según explican utilizan un grano de cacao especial, el chuncho. Este nace en el valle de Urubamba, el que tiene un sabor especial. "Nuestro punto de comparación en precio es por ejemplo el Sahne Nuss, que no es barato, pero tampoco es demasiado caro", explica Suárez.
"Estamos bajo el precio de muchos importados, pero sobre los masivos, pues esos son de otra calidad", explica Claudia. "Nosotros entramos a competir con los chocolates americanos y europeos en calidad", añade Bernardo.
