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La delegación de la Cámara Alta chilena es una de las tres invitadas por la oposición para observar las elecciones que no pudieron entrar a ese país.
La ministra Vocera de Gobierno, Camila Vallejo, se aburrió de los insultos emitidos en contra de Gabriel Boric y llamó a respetar la figura del Presidente de la República.
Diversos ataques se centraron en el jefe de Estado no sólo por parte de la oposición en Chile, si no que también por parte de extranjeros, como el venezolano Diosdado Cabello.
“Hay que respetar nuestra institución y particularmente la figura presidencial", dijo la secretaria de Estado.
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"Vemos que ha sido sistemático y reiterado un intento por socavar y atacar directamente la figura presidencial”, alertó la ex diputada del PC.
Defensa y protección
En ese sentido, Camila Vallejo consideró que hay que salir en defensa y protección de la figura republicana del Presidente de la República, que ha sido menoscavada.
“Cuando nos enfrentamos a amenazas, ataques y agresiones hacia una institución presidencial, creemos que es importante el llamado a defenderlas y a protegerlas”, dijo.
En especial, la vocera de La Moneda lamentó que la mayoría de las denostaciones provengan de las redes sociales.
“Por redes sociales, ataques dirigidos, hemos visto algunas expresiones bastante agresivas. No tienen nada que ver con las pifias", dijo la pareja de Abel Zicavo.
"Estamos hablando de agresiones dirigidas, de gente que se autodenomina patriota, pero que no lo son”, alertó con énfasis.
“La gran mayoría defendemos nuestra patria y eso significa defender la democracia, significa defender las instituciones", añadió.
"Significa defender los derechos humanos, los derechos de las personas”, subrayó.
"Límites"
Frente a esa ola de ataques desmedidos, Camila Vallejo planteó la necesidad de fijar límites para no caer en los excesos.
“Vienen dirigidos a ciertos sectores que son agresivos, que difunden odio y creemos que hay que poner ciertos límites”, expuso.
“El derecho a la libertad de expresión y la manifestación” y “las amenazas de muerte y los ataques dirigidos” son cosas diferentes, concluyó.
