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El destacado geógrafo y académico explicó el inusual fenómeno que podría darse.
El ciudadano colombiano, acusado de concretar el asesinato del peruano Rubén Limache, habría cordado hora y lugar para juntarse con la víctima.
Pese al esfuerzo de vecinos y algunos locatarios del sector, el barrio Yungay sigue lamentando hecho de violencia, y uno de los más graves ocurrió el miércoles 1 de mayo, con el crimen a sangre fría de un ciudadano peruano. Todo a plena luz del día.
La escena quedó registrada en las cámaras de seguridad, y en las imágenes se puede ver a un sujeto intimidar a la víctima, y en cosa de segundos le disparó en la cara.
En una primera instancia se pensó en un asalto, pero luego de la detención del asesino, Yuber Miranda (colombiano), el caso sufrió un importante vuelco.
Cibernautas viralizaron el espeluznante homicidio a menos de dos kilómetros de la casa del Presidente Boric.
Finalmente no se trató de un atraco cualquiera, conocidos los antecedentes se pudo determinar que víctima y victimario se conocían previamente, y que habrían acordado reunirse en calle 21 de mayo.
"De los antecedentes de investigación recabados en estos últimos cinco días dan cuenta que efectivamente se conocían desde el día previo a los hechos", indicó el fiscal Francisco Jacir.
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"Al menos, desde el día anterior de los hechos, hay constancia de que se habían juntado. Con respecto a los días previos al mismo, es materia de investigación y justamente el tiempo que se solicitó al tribunal tiene por objeto profundizar esas diligencias para esclarecer aquel y otros puntos", agregó.
Sobre lo motivos que habrían generado la acción destemplada de Yuber Miranda, se especificó que "el quería vender su auto, pero no está claro si es que estaban en esa negociación o no con la víctima".
El destacado geógrafo y académico explicó el inusual fenómeno que podría darse.
Claudia Salas contó que el acoso comenzó cuando ella conducía las noticias en dicho canal, donde el hombre la veía en televisión creyendo que ella le enviaba mensajes escondidos por las pantallas.
Según información de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), la anormalidad se debió al desrielo menor de uno de sus coches, específicamente en el vagón de los autos.