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"Los adultos pensamos que los dispositivos nos hacen la pega más fácil, y eso está lejos de ser así", comentó la destacada educadora.
Las pantallas se han adueñado de nuestro tiempo, y el uso de la tecnología ha llegado a niveles preocupantes. La vida de los adultos gira en torno a lo que ocurre en distintos dispositivos, y eso rápidamente se ha transmitido a los niños, quienes, siguiendo el ejemplo de los más grandes, se han convertido en verdaderos adictos a los smartphone, videojuegos y redes sociales.
¿Qué podemos para frenar todo esto? La educadora de párvulos de la Universidad Católica y máster en educación de la Universidad de Harvard, Carolina Pérez Stephens, aseguró que “tenemos que hacer algo urgente, hoy Chile es el país número 1 de niños ‘empantallados’ y si seguimos así, de aquí a unos 15 años lo vamos a lamentar. ¿Qué tipo de adultos estamos formando?, esto puede terminar en consumo de drogas duras, depresiones, crisis de pánico o simplemente suicidios”.
Según explicó la profesional en “La Hora 25” junto a Sebastián Benavente, “lo que están haciendo las pantallas es que no llegue sangre a la corteza prefrontal, entonces los niños no están conectando neuronas, no pueden autorregularse, y ahí ya estamos hablando de una adicción. En las redes sociales el adolescente quiere pertenecer a una tribu, pero el cerebro humano no está preparado para lidiar con 500 personas que pueden decir cosas. Ese cerebro adolescente colapsa, y por eso vemos a niñitas cortándose los brazos”.
Sobre la raíz del problema, la educadora señala que los adultos “estamos tan colapsados, tan lleno de cosas, que los niños finalmente nos quitan tiempo. Y las empresas tecnológicas lo hacen tan bien, que convierten sus teléfonos en un objeto de deseo”.
Por lo mismo, Pérez Stephens hizo un llamado a padres y madres para que “no nos perdamos la infancia de nuestros hijos, estamos perdiendo humanidad. Nuestros niños necesitan que un adulto los mire a los ojitos y les diga ‘estoy aquí para ayudarte’ y eso no lo puede hacer una pantalla. Nosotros los adultos pensamos que estos dispositivos nos hacen la pega más fácil y eso está lejos de ser así".
Un influencer, que debió ofrecer disculpas, lanzó que el animador de Sabingo había tenido una relación con Guagüito.
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