Hace algunos años me pasó algo paranormal, que hasta el día de hoy me pone los pelos de punta cuando lo recuerdo. Esta historia la tenía preparada para Halloween, pero como no publicamos, se las quiero contar hoy.
Corría el año 2017 cuando arrendaba una casa dentro de Yas Island en Abu Dhabi, era de las típicas casas árabes con techos muy altos y gruesas paredes, de esas que, aunque afuera haya 50 grados, siempre son frías. Tenía una vida muy linda, mi casa siempre estaba rodeada de niños que venían a jugar con mis dos hijos, además en ese condominio vivíamos muchos extranjeros, por lo que siempre llegaban nuevas familias, y por lo tanto, amigos nuevos a la casa.
Un día mi hijo menor invitó a un par de amiguitos a jugar a la casa, cuando de repente se me acerca Fiona, una de sus amigas, y me dice de forma muy preocupada "tía Dany, Jorgito está saltando arriba de la cama, le digo que se baje, pero no me hace caso". Encontré muy extraño lo que me relataba Fiona, ya que hace pocos segundos le había dado a mi hijo algo para comer y él estaba sentado en el living de mi casa, el cual estaba en el primer piso, mientras que las piezas estaban arriba.
Al mirar hacia el living, Jorgito seguía ahí sentado, así que le digo a su amiga "pero si Jorgito está ahí", pero ella muy sorprendida me dice "que extraño, parece que se cambió de ropa, porque antes estaba con un chaleco rojo". Chiquillas, estaba más asustada, me puse a revisar todas las piezas y no encontré nada fuera de lo normal, así que en ese momento pensé que podría haber sido otro de sus amigos.
Pasaron los días cuando un día miércoles, cerca de las 11 de la noche, me estaba haciendo el típico té para llevarlo a mi cama antes de dormir, cuando de repente escucho un grito desgarrador desde el segundo piso de mi casa, era mi hija gritando "MAMÁ" a todo volumen. Dejé todo tirado en la cocina y corrí rápidamente hacia los dormitorios. Al llegar, mi hija me dice que vio a un niño salir de su baño, pero que inmediatamente y luego de mirarla, este se fue. Al preguntarle cómo era el niño, misteriosamente me comienza a decir que tenía un chaleco rojo. Ahí fue cuando me acordé de lo que me había dicho días atrás la amiga de mi hijo.
Chiquillas, les confieso, me cagué entera para ir a revisar la casa, pero ustedes saben que una madre leona siempre saca las garras y hace lo que tiene que hacer. Bajé y revisé todo, pero nuevamente no había nada, estaban todas las ventanas cerradas. Empecé a pensar en las distintas posibilidades y empecé a creer que mi hija había escuchado el comentario de sus amigos y por eso estaba asustada. Me acosté junto a ella y le dije que a veces la imaginación nos hacía malas pasadas, así que por favor no le comentará lo sucedido a su hermano, porque él se podía asustar al ser más pequeño.
3 días después
Estaba cocinando la cena y veo de reojo pasar a alguien corriendo dirigiéndose al living de mi casa, salgo corriendo pensando que era mi hijo menor, y me doy cuenta que no había nadie. A los pocos segundos escuché como si un niño se estuviera riendo, jugando a asustarme, fue ahí cuando me paré en medio de mi casa, y con voz fuerte y alta grité "si hay alguien aquí quiero que se vaya de mi casa", como echando a ese espíritu que nos estaba asustando.
Desde ese día viví dos años ahí, sin ver ni sentir nada extraño, por lo contrario, fuimos muy felices, pero a una semana de irme de ese lugar tenía toda mi casa en cajas, me encontraba sola, cuando escucho a alguien corriendo por las escaleras, miro y no había nadie. Me di cuenta que ese niño que vivía ahí se estaba despidiendo de mí.
Cuando recuerdo esta historia aún se me erizan los pelos, me da mucho miedo, pero también me da mucha risa pensar que parecía una loca gritando a los 4 vientos en medio de mi casa intentando echar a ese espíritu.