• 04 OCT DE 2024

Sorry, no tengo filtro | "A las mujeres nunca nos pillan"

Daniela Aránguiz | @capitandibujo

Ustedes saben qué veces peco por mi sinceridad, y soy reconocida por siempre decir la verdad, pero a veces cuando uno está en una relación hay que utilizar ciertos recursos, como decir una pequeña mentirita piadosa para evitar problemas y bueno, como dicen por ahí "ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón". 

Febrero 2014

Corría el año 2014, tenía 28 años y paseaba junto a mi mejor amiga brasilera, la Mary, por pleno sector 5 de Reñaca, donde para variar estaba siempre mi amigo Kako. Se escuchaba música a todo volumen, surfistas en el agua y olor a bronceador en el aire.

Era la época de oro de los sunset del sector, pero como siempre yo no iba. En ese tiempo estaba casada y criando a dos guaguas, así que mi mayor entretención era ir a tomar sol con un jugo y después para la casa nomas.

Antes de salir del departamento le mandé la típica señal por mensaje a mi marido, que se encontraba en Brasil, diciendo que iba a tomar sol y volvía rapidito, así que agarré mis cosas y me fui a tomar sol, sin saber en lo que iba a terminar.


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Cuando ya estábamos en la playa con la Mary, nos empezamos a motivar con el reguetón que escuchábamos a todo chancho desde la orilla de la playa, cuando entre risas me dice "¿y si vamos a darnos una vuelta a esa fiesta que se ve arriba?" y qué me iban a decir a mí, creo que llevaba años sin ir a una de esas fiestas, así que con toda la "perso" fuimos, así sin más y sin avisarle a nadie.

Daniela Aránguiz, @capitandibujo
Sorry, no tengo filtro | ¿Un remember no es pelarse?

Entrando al sunset me encontré con los míticos amigos de la noche viñamarina, así que me sume a la mesa de Giovanni Ananías y Giordano Barrios. Entre risas y perreo con la Mary se nos pasó la hora volando, cuando sin darnos cuenta ya había caído la noche y de forma totalmente inesperada me llega esa temida videollamada y para peor, ¡ERA MI MARIDO!, que juraba que estaba acostada en la casa.

El teléfono no dejaba de sonar, me llamaba una y otra vez y yo en medio de la fiesta. No sabía qué hacer, así que agarré de la mano a mi amiga y le dije "amiga vamos a tener que correr". Chiquillas parecía Forrest Gump corriendo por todos los sectores de Reñaca y para peor cuando íbamos subiendo hacia mi edificio (que quedaba literal en la punta del cerro), se corta la luz de toda la ciudad. Cuando miro para atrás veo a la ''rusia'' de mi amiga doblándose la pata y a punto de caer al vacío, por suerte la alcance a agarrar de las mechas, no solo estaba a punto de perder a mi marido sino ahora a mi mejor amiga.

Llegué al departamento más transpirada que hijo único en verano, el teléfono seguía sonando y lo único que se me ocurrió fue tirarme un piquero a la ducha. Con todo el pelo mojado y dentro de la ducha, contesto la llamada y me mandó la frase "¿acaso no me puedo ni bañar tranquila?" Ahí va una mentirilla para que la utilicen en sus momentos de desesperación y como decimos entre nosotras "a las mujeres nunca nos pillan".