Como ya hemos hablado, para ejercer la actual parentalidad debemos desarrollar competencia en el mundo presencial (distintas a las que aplicaban nuestras madres, padres y cuidadores principales), ya que los contextos cambian, y además necesitamos ejercer cuidado a nuestros niños, niñas y adolescentes en el mundo digital. No olvidemos que incluso es parte de la Convención de los Derechos del niño, en su artículo 25, el necesario acompañamiento de los infantes en el mundo digital, de parte de los adultos cuidadores. Pero no por eso, resulta complejo, ¿no? Hace unos días conversaba con una amiga mamá de un niño de 11 años y me comentaba que los únicos momentos de discusión con él era cuando se acababa el tiempo establecido para estar en internet. Entonces esto ya hace rato viene siendo un tema que, si bien se discute académicamente, poco se hace en "círculos de confianza" que son los espacios que de verdad necesitamos para alfabetizarnos digitalmente y además generar discusiones y tomar decisiones en comunidades educativas.
Por otra parte, los tipos de acompañamiento que podemos hacer los cuidadores principales son distintos. En una investigación mexicana se plantea la existencia de al menos cuatro tipos de mediación parental digital (Rodríguez, et al., 2020). Estas serían: mediación parental restrictiva, activa, de co-uso y supervisión. La mediación restrictiva comprende el manejo de reglas que limitan el uso de las tecnologías (que puede ser muy adecuada en niños y niñas pequeños, menores de 2/5 años y en determinados contextos); la mediación activa que implica la comunicación y orientación parental a lo/as niños y niñas sobre un uso seguro de Internet y su intervención en caso de presentar un problema, o sea, la que se basa en la confianza que debe construirse desde la temprana infancia, no sólo en la adolescencia; la de co-uso, que involucra la presencia de los padres o cuidadores principales durante el tiempo que el niño, niña o adolescente hace uso de internet y la comunicación sobre solo las acciones en línea; y, finalmente, la de supervisión, que dicen relación con la verificación de las páginas web visitadas, contactos, mensajes y perfiles, tipo "madre investigadora privada". Por supuesto que la del tipo activo es la ideal, pero también depende de la edad y circunstancias del niño/a o adolescente. No olvide que, si sólo usa la restrictiva, puede ser una ilusión y más temprano que tarde, se podrá producir el efecto contrario, lo mismo que si "navegan jugos" sin conversar de riesgos, beneficios y contextos. En las próximas columnas hablaremos de los beneficios y riesgos para la parentalidad, de cada una de estos tipos de mediación.
¡Por una infancia y adolescencia más saludable!
