Además de todos los riesgos asociados al uso temprano de internet en niñas y niños, así como el nulo acompañamiento adulto, un riesgo que vemos con cada vez mayor frecuencia, es la posibilidad de presentar obesidad o sobrepeso infantil en niños y niñas asociado al exceso de tiempos de pantallas que están mirando (Zapata, et al., 2021).
Esta semana me comentó otra colega que trabaja en educación, Celeste Yurin Ossandón, que no sólo los padres, madres y cuidadores principales van a dejar a sus hijo/as pequeño/as con celulares caminando o en sus coches, sino que a muchos y muchas de estos mismos apoderados, les han hecho sugerencias en torno a la alimentación de estos mismo/as niño/as, ya que señalas que además de alimentarlos con Tablet o celulares sobre la mesa, los alimentan con "comida chatarra" o "sopas envasadas"... niños de 4, 5 años. Esa es su alimentación.
Si bien sabemos que tristemente Chile hoy es un país muy costoso, en todos sus ítems, incluida la alimentación y que la comida chatarra, la mayor cantidad de las veces es más barata, no podemos dejar que nuestros niños y niñas (que están en formación y necesitan una adecuada y ojalá balanceada nutrición) sólo se alimenten de este tipo de sustancias, que contienen además mucha sal, azúcar y aditivos. Sabemos el sobrepeso y la obesidad infantil es un tema de salud pública, en el cual en Chile tenemos tristes récords.
La mezcla pantalla más comida resulta muy compleja, y tiene múltiples riesgos. El primero tiene que ver con que el organismo del niño o la niña está en formación y necesita proteínas, fibra, hidratos de carbono, etc. para su adecuado crecimiento y fortalecimiento de sus defensas... siempre y sobre todo este invierno, con tantas enfermedades respiratorias y estomacales circulando. En segundo lugar, si promovemos este tipo de alimentación tampoco damos los nutrientes necesarios para tener la energía necesaria para sentir, pensar y actuar en este mundo como niño/as, entonces se hiper aceleran o no tienen suficiente energía. Si aunamos esta dieta con internet ilimitado, entonces todo es peor, ya que cuando se está viendo, no olvide la cantidad de dopamina que circula, que impide hagamos otras cosas y tomemos consciencia de lo que estamos comiendo y la cantidad de éste. Siempre uso la metáfora (real) de cuándo vamos al cine y nos comemos el paquete grande de palomitas sin conciencia alguna.
Además de lo anterior, perdemos nutrición emocional, la cual es tan relevante en la infancia temprana, entonces ese tiempo de nuestro niño o niña hiperconectado, dejamos de llevarlo a la plaza a jugar, o armar legos, rompecabezas, cantar, abrazarles y hacerles cosquillas... tantas actividades que promueven la estimulación de niño/as, la socialización, la generación de empatía y despliegan la creatividad. La infancia es tan corta, que luego ya crecerán, no nos daremos cuenta y querrán compartir menos tiempo con nosotros, los adultos.
Aproveche entonces de que los momentos de alimentación sean de compartir en familia, y por favor, predique con el ejemplo y no vean ustedes mismos, los adultos, sus propios celulares, y ojalá no tenga la TV prendida de fondo, para que tomemos todas y todos los miembros de la familia, sea cualquiera su configuración, tomemos consciencia de lo que comemos y sea un espacio para compartir, conversar y de calidad.
¡Por una infancia y adolescencia más saludable!