Tal como lo han descrito las últimas investigaciones, la mediación parental digital activa, vale decir, el conjunto de acciones que realizan los padres, madres o cuidadores principales para generar un uso y consumo de medios de comunicación de manera apropiada (Livingstone y Helsper, 2008, en Moreno-Carmona, et. al2021) de acuerdo a la edad y circunstancias del niño, niña o adolescente, posibilita disminuir la aparición de cuadros ansiosos y depresivos en éstos (Uddin, y Hasan, 2023).
Desde esta lógica, investigaciones recientes (Lin, et al, 2023) dan cuenta de que los y las jóvenes que sienten un adecuado apoyo social en sus padres, madres o cuidadores principales, tienen menor probabilidad de presentar un uso problemático de las redes sociales, y que esto no se da necesariamente con un adecuado relacionamiento con los pares (ya que este contacto puede ser presencial y/o virtual).
Esto es muy interesante si se piensa que, a pesar de que en muchos aspectos el grupo de pares es central en esta época de la vida, no ocurre lo mismo con la mediación parental digital. Entonces, es muy relevante que los adultos que estamos a cargo de jóvenes no sintamos que ya a los 11 o 12 años, se podrán regular “solos o solas” con el mundo virtual, frase lamentablemente muy escuchada por quienes trabajamos con familias, por el contrario, ¡nos necesitan más que nunca! De hecho, si existe una adecuada comunicación familiar, el o la joven a nuestro cargo será capaz de decirnos si está sufriendo ciberacoso a través de las redes sociales o insinuaciones de tipo sexual... sino seremos los últimos en enterarnos.
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Esto se coteja con lo señalo por Rudnova, et al (2023), quien postula que la mediación parental digital activa mejora el bienestar de los hijos e hijas y previene sentimientos de infelicidad y soledad, siendo entonces un mecanismo protector de su salud mental.
Por lo mismo, no dejemos a nuestros jóvenes solo/as con la tecnología en esta época, sigamos siendo agentes de acompañamiento, conociendo sus gustos virtuales, sus redes, sus amigos/as y ojalá los adultos a cargo de éstos, para ponernos de acuerdo en la relación de éstos con el mundo multimedia.
Al igual que en los niños y niñas, el amor es poner límites en esta etapa crucial y generar la confianza de conversar acerca de las temáticas que les preocupan. No olvidar que la parentalidad hoy nos exige serlo en el mundo presencial y virtual, por lo que insisto en no hacerlo solo o sola, sino en coparentalidad y ojalá en red... para cuidar, tenemos que partir cuidándonos a nosotro/as mismo/as.
