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El lumbago es conocido a nivel mundial, y Chile no es la excepción, como una de las principales causas de discapacidad que afecta a millones de personas, provocando ausencia laboral en distintos rubros, limitaciones físicas en tiempos prolongados e importantes gastos en el sistema de salud público y privada.
Pero ¿cómo se puede distinguir estas dolencias del nervio ciático? En esta nota de Clínica CRL te explicamos las diferencias de ambas afecciones.
Tanto el lumbago como la ciática son dolores musculoesqueléticos relacionados a la espalda, sin embargo, tienen aspectos relevantes diferenciadores a la hora de conocer sus causas, síntomas y áreas del cuerpo dañadas.
Al respecto, la doctora de Clínica CRL, Daniela Cuadra, Máster en ecografía musculoesquelética, intervencionismo ecoguiado en Sevilla y Máster en Nutrición y Dietética, mención Nutrición deportiva en Madrid, explica que el "lumbago se refiere a dolor en la región lumbar, el cual puede ser ocasionado por distintas causas, como hernia núcleo pulposo, discopatía, contractura muscular, sinovitis facetaria, entre otras".
"Y la ciática -agrega- se refiere a dolor ocasionado en el nervio ciático que se irradia hasta la pierna, en general ocasionado por compresión de éste, ya sea en la salida de su raíz (por hernia discal) o en su trayecto, ocasionando una cuadro muy similar a la ciática (pseudociática)".
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¿Quiénes son más propensos a sufrir estas lesiones?
Según estudios, ambas condiciones pueden perjudicar tanto a jóvenes como adultos, sin embargo, es más común desde los 30 años en adelante.
El lumbago es más habitual en personas que se desempeñan en trabajos con movimientos repetitivos, donde se deban levantar objetos o estructuras pesadas o pasar largos periodos sentados; en cambio, la ciática es más común en personas con problemas de columna, como hernias de discoteca, o que llevan una vida sedentaria.
"La población mayormente afectada corresponde a adultos tanto hombres como mujeres, y más frecuente con factores de riesgo como personas con sobrepeso, embarazadas y sedentarios. También, podemos encontrar en personas por sobrecarga laboral o deportiva, golpe o traumatismo directo en la zona, discopatías o hernias lumbares", precisa la doctora Cuadra.
Tratamientos
Para el doctor Gabriel Garmendia, especialista en Medicina deportiva, "los tratamientos pueden variar desde kinesioterapia enfocada en el fortalecimiento muscular, fármacos para manejo del dolor, fisioterapia invasiva enfocada en la neuromodulación y la cirugía como última opción".
El tratamiento farmacológico que se recomienda para el manejo del dolor va desde los antiinflamatorios como el Celecoxib o el Etoricoxib, relajantes musculares y analgésicos como la Pregabalina para el dolor neuropático.
"El lumbago puede predisponer a distintas patologías ya que se genera una mayor inactividad física y actitudes sedentarias que favorecen el desacondicionamiento muscular, lo que repercute tanto a nivel cardiovascular como también patologías crónicas como la diabetes, hipertensión e inclusive exacerbación de síntomas de patologías de salud mental", concluye.
