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La actriz que acaba de comprarse una casa en Ojai en Estados Unidos comentó en "IKI conocer para mejorar", cómo intenta aportar al medio ambiente en su diario vivir y confesó sus mejores datos para una vida ecoamigable.
En el último capítulo de "IKI, conocer para mejorar", programa que Kika Silva realiza desde la cocina de su casa, la comunicadora conversó con la periodista sustentable, Catalina Droguet, y la reconocida actriz chilena, Leonor Varela (51), quien desclasificó detalles de su vida doméstica, activismo medio ambiental y contó además, uno de sus más drásticos cambios de hábitos.
La "Cleopatra chilena" recordó con Kika que "soy una enamorada del mar, hace 20 años me dio mucha rabia ver que no había ningún cuidado ambiental. Dije ‘¿cómo puede ser que las ballenas no estén protegidas?’, entonces, organicé un evento gigante en el Parque O’Higgins. Loca, sola, traje gente de EE.UU, hicimos una foto aérea y estuvimos en las portadas de todos los diarios y es el ímpetu de lo que uno ama lo que uno conoce, mientras más uno se conoce a sí misma, más se ama, más conoce el entorno, el océano, lo que hay debajo, la vida, los amigos, uno quiere lo que ve, lo que conoce, lo que cuida".
Además, aseguró que "mi poder adquisitivo es una herramienta, yo elijo donde voy a comprar mis verduras, mi carne o mi pollo. En qué lugar elijo invertir mi poder adquisitivo, ese es mi voto de alguna manera. Que yo elija andar con mi mugg, mi razón, quizás es ridículo para algunos, pero yo siempre lo traigo en mi cartera; rebeldía".
Junto con lo anterior, también le contó a Silva que se cepilla los dientes en la ducha y que para su hija, "tengo pajitas de vidrio o aluminio, siempre ando con una de esas" y que sumado a todo eso, sugiere "leer las etiquetas. Mi ley es que si leo algo y no lo puedo pronunciar, no lo quiero en mi cuerpo".
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Varela, además, aprovechó el momento para presumir que "el compost me cambió la vida. Me brotó una planta de zapallo gigante para Halloween en mi jardín. Me encantó. Eso brotó del compost", agregando otro dato doméstico, "en mi casa nunca se usó microondas, porque vengo de una familia científica y siempre supimos sobre lo que genera en la comida y cómo te cambia la estructura molecular".
Pero eso no es todo, porque junto con dejar de comer carne a las 12 años y volver a probarla recién a los 40, contó que "tengo ropa desde que tengo 18 años (...) Si tienes demasiado, no sabes qué ponerte, no sabes lo que tienes". Además, confesó que "ordeno mi ropa por prenda, las chaquetas todas juntas, los pantalones todos juntos y las faldas todas juntas y así. Después por color (...) Me genera rapidez, me ducho en 10 y me visto en 3 minutos, porque tengo mi clóset ordenado y sé que voy a buscar eso y con este color me visto y vamos".
Pero con lo que realmente sorprendió la actriz fue cuando contó una de sus más grandes decisiones. "El mejor cambio de hábito que he tenido en los últimos 5 años, es sacar el celular de la pieza. El celular no duerme conmigo, porque lo tenía enchufado y tenía el ‘brbrbr’, haciendo toda la radiación y yo no necesito eso en mi cerebro, mi cerebro necesita bajar. Porque cuando me despierto estoy conmigo, no estoy ya en reacción a lo que está pasando en el mundo y me permite tener esos minutos de estar presente conmigo".
Aunque también confesó que no todo es tan bueno "a veces me tengo que levantar, porque si no tengo despertador, tengo que ir a apagarlo a la pieza de al lado, eso es un poco un culo, pero es el mejor cambio de hábito que he visto, porque quizás no es ecológico, pero lo que estoy haciendo es acercándome más a mi naturaleza".
Finalmente, comentó qué hace cuando la vida se pone cuesta arriba. "Cuando tengo días grises, lo primero que hago es sentarme y escribir 10 cosas por las que me siento agradecida, porque es el primer paso hacia cambiar de perspectiva y poder salir. En la gratitud si una la enfoca en las cosas de uno, esa nadie te las quita (...) doy gracias por mi salud casi todos los días, doy gracias por mi curiosidad, por mi energía son cosas internas.
