Helados inspirados en el vino chileno: la innovadora y dulce propuesta para estas Fiestas Patrias
Navegado y Borgoña Frutilla son los sabores que presentó una de las 25 mejores heladerías del mundo.
Se acercan las Fiestas Patrias y con ellas llegan las ganas de disfrutar de lo mejor de nuestros sabores. Es por eso que Emporio La Rosa amplió su tradicional carta de platos criollos, presentando dos inéditas variedades de helados inspirados en el vino nacional, que sin duda se robarán todas las miradas en las próximas celebraciones.
El primero es el navegado, que te hará recordar este clásico trago chileno. Está preparado en base a agua con un 20% de vino tinto, toques de canela, clavo de olor y naranja. Junto con él destaca el borgoña frutilla, elaborado a base de fruta, con un 40% de vino tinto y frutillas frescas. Es una alternativa refrescante con un dejo de dulzor justo para complementar la astringencia del vino tinto. En otras palabras, ¡esa bebida típica que de seguro te ha acompañado en tantos momentos hecha helado! Ambos son veganos, libres de lactosa y contienen alcohol, por lo tanto, no son aptas para niños.
Y para complementar esta innovadora propuesta, la invitación es a degustar de nuestra gastronomía, con preparaciones clásicas y un toque de innovación al estilo Emporio La Rosa. Para comenzar, no puede faltar la exquisita empanada de pino. Elaborada con una masa suave y dorada, como hecha en casa, que envuelve un relleno de carne picada, aceitunas y huevo duro. Y para los que gustan de opciones más intensas, está la versión de pino picante.
Otras propuestas
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¿Qué más puedes encontrar? Deliciosas chorrillanas disponibles en dos versiones: Lomito Tocino y Mechada Prieta, dos platos que elevan los sabores típicos a otro nivel. El clásico Pastel de Choclo, preparado con pino de carne picada con huevo cocido, aceitunas descarozadas y trozos de pechuga de pollo, todo cubierto por una suave pastelera de choclo natural con un toque de dulzor y paprika. Riquísimos Porotos Granados en su mejor versión, combinando choclo, zapallo y porotos en un suave caldo preparado a fuego lento, con una mazamorra de pastelera, tomates y albahaca.
