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El fallecimiento del Papa Francisco a los 88 años revive antiguos escritos del astrólogo francés, cuyos versos son interpretados por algunos como un presagio oscuro sobre el futuro de la Iglesia Católica.
El mundo católico se encuentra de luto tras la muerte del Papa Francisco, ocurrida este lunes a los 88 años.
Mientras se desarrollan los preparativos para su funeral y el cónclave que elegirá a su sucesor, en los pasillos del Vaticano ha comenzado a circular con fuerza una inquietante teoría: una supuesta profecía de Nostradamus que anticiparía un período de caos y transformación para la Iglesia.
Según algunos intérpretes del célebre astrólogo del siglo XVI, uno de sus cuartetos podría hacer alusión directa al fallecimiento de un Papa de avanzada edad, seguido por una crisis de fe y disputas internas por el liderazgo espiritual, que podrían concluir, literalmente, con el ''término de la Iglesia Católica''.
El fragmento más citado reza: "El gran pastor será abatido, un nuevo cónclave sembrará división, la ciudad de siete colinas temblará, y una nueva fe surgirá de las ruinas." Esto, ha sido interpretado de diversas formas: como un suceso que se marca en la antesala del nacimiento del Anticristo o incluso, la llegada del juicio final, como lo dicta la tradición cristiana.
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Aunque los expertos en profecías suelen advertir sobre la ambigüedad de estos textos, que pueden prestarse para múltiples interpretaciones, el contexto actual ha alimentado la especulación. La coincidencia temporal entre la muerte del Papa Francisco y el resurgimiento de estas visiones apocalípticas ha dado pie a un sinfín de teorías, que incluso han llegado a oídos de algunos prelados en Roma.
Mientras se preparan los funerales y el cónclave para elegir al reemplazo del pontífice argentino, las redes sociales se han llenado de mensajes alarmistas y teorías conspirativas
. Algunos incluso aseguran que estamos ante el cumplimiento de una cadena de eventos que fueron anunciados hace siglos.
Más allá de la veracidad o no de las profecías, lo cierto es que la muerte del Papa Francisco marca el fin de un ciclo.
