Juan Orlando Hernández, expresidente de Honduras por dos mandatos consecutivos de 2014 al 2022, fue detenido en su domicilio de Tegucigalpa, el mes de febrero de 2022, solo 19 días después de dejar la presidencia, desde donde fue extraditado a Estados Unidos.
En abril su caso sobre tráfico de drogas y posesión de armas fue presentado en una corte de Nueva York, acusación de la que él siempre se declaró inocente.
Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, el exmandatario "participó en una conspiración corrupta y violenta de narcotráfico para facilitar la importación de cientos de miles de kilogramos de cocaína a Estados Unidos".
Fraude electoral
Por otra parte, argumentan que mientras estuvo en el poder, recibió millones de dólares del narcotráfico, lo que usaba para financiar su campaña política y el fraude electoral "mientras el pueblo de Honduras soportaba condiciones de pobreza y violencia desmedida".
El expresidente es acusado de tres cargos de conspiración para enviar cocaína al país norteamericano, posesión y uso de ametralladoras y otros elementos destructivos.
Lo que puede llevar a penas mínimas de 10 años, hasta 30 años o cadena perpetua.
Cartel de Sinaloa
Pero esto no es todo, ya que se le relaciona con "El Chapo" Guzmán, de quien habría recibido un soborno de un millón de dólares, con el fin de no intervenir en las actividades del cartel de Sinaloa en Honduras.
El juicio duró más menos dos semanas y a pesar de que el inicio del proceso fue pospuesto por varias razones, finalmente fue declarado culpable de tráfico de drogas y armas el 08 de marzo del 2024.
"Culpable de todos los cargos", por el jurado de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, lo único que queda es la sentencia que Hernández recibirá de parte del juez Kevin Castel, enfrentándose a la posibilidad de cadena perpetua.
Fuera de la Corte se reunió un grupo de hondureños que esperaban el veredicto.