El jueves 22 de febrero, comenzó un incendio en el octavo piso del edificio del barrio de Campanar de Valencia, España. Ell que afectó al menos a 450 vecinos y 138 viviendas.
La catástrofe cobró la vida de cinco personas, actualmente hay 15 heridos y 14 personas desaparecidas, entre ellos un matrimonio con un recién nacido y un niño.
Según la información oficial, las llamas comenzaron en un departamento que se encontraba vacío y la presencia de poliuretano en la fachada del edificio y la velocidad del viento en ese momento ayudaron a la rápida propagación del fuego.
"El poliuretano provoca llamas, que van hacia arriba, humo denso y gotas de fuego, que caen hacia abajo", explicó sobre el material, Manuel Montesdeoca Calderín, director del Departamento de Construcción Arquitectónica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria al medio El Mundo.
Quien también mencionó que el edificio tenía seis capas y que a pesar de que es difícil que el fuego penetre hasta ellas, "los accidentes ocurren".
La estructura y planificación del edificio había sido hecha de acuerdo al Código Técnico de la Edificación de 1991, por lo que las exigencias e inflamabilidad de la estructura no estaban actualizadas al código rigente actual (2006).
Hasta ahora se especula sobre un cortocircuito o un fallo eléctrico como causa del incendio, pero la investigación sigue en progreso.
Mientras las familias comienzan con los trámites necesarios luego de la tragedia, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, informó que se pondrán a disposición 138 viviendas municipales de nueva construcción, con los servicios básicos y equipadas.
Distintas personalidades del mundo político, deportivo y civil de España se han unido para ayudar y brindar apoyo a las personas afectadas por el fuego.