Desde los servicios de inteligencia de España se muestran confiados en la implicación de los servicios secretos de Rusia en el asesinato a tiros de Maxim Kuzmínov, piloto ruso que desertó de la guerra en Ucrania el año pasado.
El desertor viva en Alicante, en la zona de Villajoyosa, en la que residen un gran número de rusos (800) y ucranianos (1.200).
El piloto fue aclamado como un héroe en Ucrania, luego de manifestar que no quería "ser cómplice de los crímenes rusos" y entregarse a las autoridades del país al mando de Volodímir Zelenski.
Kuzmínov tenía 28 años y murió el 13 de febrero, tras recibir cinco disparos, mientras se encontraba al interior de un garage. Desde Rusia publicaron la noticia antes de la confirmación oficial desde España y el mismo jefe del Servicio de Espionaje Exterior de Rusia, Serguéi Narishkin, afirmó que la víctima era un "traidor criminal".
"Hay que dejar que la Guardia Civil haga su trabajo y la investigación avance", comentó la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría. De todas formas, fuentes diplomáticas advierten que de confirmarse la implicación de autoridades rusas en el asesinato, sería un acontecimiento "gravísimo" y de ser así, España daría una "respuesta contundente".
Desde Rusia, el expresidente, Dmitri Medvédev (2008 - 2012), se refirió a la muerte de Kuzmínov: "Al perro, una muerte de perro".
Misma frase que se utilizó el fallecido y exlíder del grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, el año pasado, cuando se ejecutó a un miembro del grupo, Yevgeny Nuzhin, quien también habría desertado al bando ruso en la guerra.