El organizador de una de las protestas opositoras al gobierno más grandes desde la caída de la URSS murió en prisión de forma inesperada.
Alexéi Navalni, enemigo número uno del presidente ruso, Vladímir Putin, murió hoy en la prisión del círculo ártico, a la que fue trasladado en diciembre pasado mientras cumplía condena de casi 30 años por motivos de fraude y otros cargos variados.
Según el comunicado publicado por el Servicio Penitenciario Federal de Rusia, Navalni, de 47 años, "se sintió mal después de una caminata y casi de inmediato perdió el conocimiento inmediatamente".
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"Se llevaron a cabo todas las medidas de reanimación necesarias, pero no dieron resultados positivos. Los médicos de urgencias confirmaron la muerte del condenado. Se están estableciendo las causas de la muerte", explica el comunicado sobre la muerte del principal opositor de Putin.
Su último registro con vida es del jueves 15 de febrero, en el que se le ve "bromeando" aun tras las rejas en lo que parece ser el final de su audiencia.
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Alexey Navalny yesterday appeared joking and lively in a hearing of the Kovrovsky court via video link....less than 24 hours later, he reportedly suffers a blood clot and drops dead. pic.twitter.com/rFKv0w2OEZ
— Jason Corcoran (@jason_corcoran) February 16, 2024
El abogado anticorrupción fue la cara de la oposición al gobierno de Vladímir Putin y organizador de la "protesta más grande de Rusia en contra del gobierno".
Comenzó su camino en la política y especialmente en la oposición el 2008, en un blog en el que denunciaba las malas prácticas y la corrupción que presuntamente se ejercían en algunas de las corporaciones controladas por el Estado.
Sus redes sociales comenzaron a aumentar en números, principalmente por jóvenes. Llamaba a sus seguidores a votar a cualquier otro partido menos al partido de Putin "Rusia Unida", al que llamó "partido de los criminales y ladrones", un concepto que se hizo popular.
Nunca logró ser candidato presidencial, a pesar de que Alexéi Navalni lo intentó el 2018, fue inhabilitado por "malversación de fondos". El abogado siempre negó las acusaciones y acusó que el gobierno lo estaba orillando por sus críticas al Estado.
Rusia Unida ganó esas elecciones, pero de la mano de una mayoría ínfima y en medio de acusaciones de manipulación de votos, lo que provocó protestas en varias ciudades del país.
El opositor sobrevivió a ser envenenado con un agente tóxico de la familia Novichok. "Putin ordenó mi asesinato", dijo Navalni tras recuperarse en Alemania del intento de asesinato, aparentemente por los servicios secretos rusos.
Sin embargo, Navalni volvió a Rusia a inicios del 2021 y continuó desafiando al Estado con más apoyo que nunca, no solo en Rusia, sino que también en el exterior.
Pero cuando volvió a Rusia, las autoridades lo apresaron, aparentemente no se había presentado a un antiguo caso penal y eso lo llevó a enfrentar la cárcel.
"Vladímir, el envenenador", así es como el máximo opositor de Putin, lo llamó en febrero de 2021, mientras su proceso judicial daba inicio, procesos políticos criticados por la oposición y Occidente.
Parte de lo que dijo al tribunal el 2021 antes de ser encarcelado, "Lo importante es por qué está sucediendo: para intimidar a un gran número de personas, meten un hombre a la cárcel para asustar a millones".
El líder opositor deja una esposa y dos hijos. Su esposa, Yulia Navalnaya, dijo que el presidente Putin y su entorno "pagarán" por la muerte de su marido.
"Son noticias terribles que nos llegan, noticias que solo recibimos de medios oficialistas (...) Putin y todo su entorno -su Gobierno, sus amigos- que serán castigados por lo que han hecho con nuestro país, mi familia y mi esposo", dijo Navalnaya.
La madre de Navalni, Lyudmila Navalnaya, también dio declaraciones, "No quiero escuchar ningún pésame. Lo vimos en prisión el 12 (de febrero), en una reunión. Estaba vivo, sano y feliz".
Desde Estados Unidos, Ucrania y la Unión Europea también dieron sus conclusiones y todos coinciden en algo: "Rusia es responsable por su muerte repentina".
Cabe destacar que aparte de Alexéi Navalni, hay más "opositores" al Kremlin que han "desaparecido" de forma repentina. Como es el caso de Mijaíl Jodorkovski, encarcelado en Siberia en 2003, o Boris Nemtsov, quien fue asesinado frente al Kremlin en 2015.
