El Papa Francisco inicia su último viaje: 200 mil fieles despidieron al pontífice
Las principales autoridades del mundo llegaron hasta la plaza San Pedro del Vaticano para despedir al pontífice.
Investigadores descubren que los ejemplares de machos bisexuales tienen ventaja evolutiva en un grupo de monos rhesus
Una investigación con monos rhesus en Puerto Rico encuentra que la homosexualidad es un comportamiento natural y ventajoso.
Un equipo de científicos del Imperial College de Londres observó durante 3 años a un grupo de monos rhesus en Puerto Rico, descubriendo que la mayoría de los machos tiene relaciones sexuales tanto con hembras como con otros machos.
Según el estudio, el 72% de los machos tuvo encuentros con otros machos, mientras que sólo el 46% se involucró sexualmente con hembras.
Los investigadores proponen que este comportamiento bisexual representa una ventaja evolutiva para los monos machos, ya que aquellos que se vinculan con otros machos reciben apoyo y ayuda de sus parejas en peleas por el acceso a las hembras.
De esta manera, los monos que tienen relaciones homosexuales además de heterosexuales terminan teniendo más oportunidades reproductivas y mayor descendencia que aquellos exclusivamente heterosexuales.
Otro descubrimiento relevante es que la tendencia a la homosexualidad en los monos tiene un componente genético de un 6.4%, consistente con la heredabilidad de otras conductas sociales en primates.
Según el autor principal del estudio, Vincent Savolainen, estas observaciones ayudan a derribar la creencia de que la homosexualidad es antinatural o anormal, mostrando que es un comportamiento común y natural en el reino animal.
Si bien no se puede extrapolar directamente a los humanos, comprender la sexualidad de nuestros parientes evolutivos brinda pistas valiosas sobre la diversidad del comportamiento en nuestra propia especie.
Las principales autoridades del mundo llegaron hasta la plaza San Pedro del Vaticano para despedir al pontífice.
Este sábado se realizará el último adiós al Pontífice en la Basílica de San Pedro.
La sorprendente coincidencia entre la edad y hora de fallecimiento del Pontífice y su número de socio en el club de sus amores despierta asombro y reflexión.