La tragedia por la que actualmente se encuentra cruzando Ucrania no sólo afecta a las personas, sino que también a los animales del zoológico de Kiev, una importante instalación de gran superficie y todo tipo de servicios para la fauna silvestre que funciona en esta ciudad. Allí, en medio de las bombas, sus cuidadores continúan arriesgando sus vidas para proteger a los casi 4.000 animales que hay en el zoológico, y a los que se están sumando numerosas mascotas que los habitantes que abandonan el país dejan allí para que las cuiden.
La situación, sin embargo, cada vez es más complicada, no sólo en este recinto, sino en otros zoológicos del país, como ponen de manifiesto los blogs y canales especializados, que informan sobre la situación en este zoo. Los alimentos se acaban y ya están cayendo bombas a pocos metros del establecimiento.
En el zoológico de Kiev la semana pasada pudieron ser evacuados seis tigres y seis leones, junto con dos caracales y un perro salvaje africano. Estos animales fueron introducidos en un camión por miembros de la ONG ucraniana Wild Animal Rescue y, en un peligroso viaje de 1.000 kilómetros en el que arriesgaron su vida incluso en controles rusos que les exigían entregarles los animales, finalmente lograron entrar en Polonia.
Mientras tanto, en el zoo de Kiev siguen viviendo 4.000 animales de todo tipo, incluyendo camellos y elefantes. Al menos hasta hace pocos días unas 50 personas permanecían todavía en el parque cuidándolos y dándoles de comer.
También tienen que suministrarles sedantes para calmarlos durante las explosiones y disparos. Se trata de ejemplares que, en muchas ocasiones, no pueden ser evacuados. “Es casi imposible evacuar a los animales, porque es imposible darles un servicio veterinario y transporte adecuados”, señaló a las agencias de información el director del zoo, Kyrylo Trantin.
“Están aterrorizados por los fuertes sonidos, pero nuestros veterinarios controlan constantemente su estado”, añadió en declaraciones efectuadas hace pocos días.
En otro zoo de Ucrania, el situado en la ciudad de Mikolaiv, donde también se registran duros combates, han caído cuatro misiles en el recinto en las últimas horas, pero sin que hayan llegado a estallar. 400 animales siguen allí, atendidos por el personal del establecimiento.
Mientras tanto, los gobiernos de los países de la UE a los que llegan muchos refugiados con sus animales de compañía están aplicando medidas para que estas mascotas puedan entrar sin demasiadas restricciones.