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Se trata de una de las formas de poder conseguir una empresa en un día, gracia a la normativa local que ayuda a los emprendedores. Qué es lo que hay que saber para avanzar con este tipo de firma.
La Sociedad de Responsabilidad Limitada en Chile representa una de las opciones más valoradas por quienes buscan formalizar un emprendimiento en un entorno regulado y con características favorables para socios y profesionales. Este tipo de sociedad se destaca en el panorama empresarial nacional como una alternativa que combina protección del patrimonio, flexibilidad en la gestión interna y posibilidades de adaptar la administración a las necesidades específicas de los socios.
La cultura del emprendimiento en Chile evidencia una marcada tendencia al alza, respaldada por datos del Ministerio de Economía, que muestran que en 2023 se crearon 167.769 nuevas empresas en el país. De estas, 147.784 nacieron a través de la modalidad empresa en un día y 19.985 mediante el método tradicional de escritura pública. Cifras que demuestran la voluntad de los chilenos de transformarse en generadores de empleo y actores del desarrollo económico, aprovechando las herramientas digitales y los regímenes simplificados ofrecidos por la normativa vigente.
Dentro de los distintos tipos societarios admitidos en Chile —como la Sociedad por Acciones (SpA), la Empresa Individual de Responsabilidad Limitada (EIRL) y la Sociedad Anónima (SA)— la Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL) es la preferida para aquellos que buscan iniciar un proyecto con familiares o colegas en un marco de coordinación y acuerdo mutuo.
Las Sociedades de Responsabilidad Limitada (SRL) son estructuras creadas con una cantidad limitada de socios, quienes gozan de responsabilidad legal restringida en relación a sus aportes. En caso de deudas o conflictos legales, la normativa impide que los acreedores puedan ir más allá del capital comprometido por cada socio, lo que significa que los bienes personales de estos permanecen protegidos.
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En cuanto a su constitución, la SRL exige un mínimo de dos y un máximo de cincuenta socios, quienes pueden ser personas naturales o jurídicas, chilenos o extranjeros con residencia definitiva. Una de las características que diferencia a la SRL de otros modelos es la necesidad de consentimiento unánime para la adopción de decisiones trascendentales, como la incorporación o salida de un socio. Esto refuerza el principio de gestión colectiva y la estabilidad que demandan los proyectos familiares o profesionales.
El capital social exigido para la creación de esta figura no está sujeto a un umbral mínimo, y la aportación puede realizarse en bienes, dinero o derechos. La estructura interna de la SRL otorga a los socios la facultad de definir libremente las reglas de funcionamiento, determinar la distribución de utilidades y los mecanismos de toma de decisiones, lo que otorga mayor adaptabilidad a los requerimientos específicos del emprendimiento.
Quienes desean optar por la figura de Sociedad de Responsabilidad Limitada deben cumplir una serie de exigencias legales y administrativas. El proceso puede realizarse siguiendo dos modalidades: el sistema empresa en un día o el método tradicional a través de escritura pública.
Para formar una SRL en Chile, se requiere:
La opción de empresa en un día facilita la constitución rápida y digital de sociedades en Chile, gracias a la plataforma web del Registro de Empresas y Sociedades (RES). Este sistema permite ingresar los datos requeridos, completar estatutos en formato estandarizado y firmar electrónicamente la constitución, evitando múltiples desplazamientos a notarías. Una vez efectuada la firma con Firma Electrónica Avanzada (FEA), se obtiene el RUT de la empresa de manera inmediata, lo que habilita el inicio de actividades ante el Servicio de Impuestos Internos.
Entre los documentos básicos que hay que presentar, se encuentran la identificación vigente de los socios (cédula de identidad o pasaporte con residencia válida), el domicilio fiscal y el capital a aportar. El costo para realizar este proceso por cuenta propia ronda los $29.000, muy por debajo de los gastos tradicionales del método por escritura pública. Adicionalmente, existen servicios de asesoría que ayudan a evitar errores, recomendados a quienes no tienen experiencia en trámites legales.
El método tradicional, por otro lado, implica comparecer ante notario, inscribir la constitución de la sociedad en el Registro de Comercio y publicar un extracto en el Diario Oficial, con plazos y costos superiores a la alternativa digital. Esta vía suele elegirse por quienes requieren mayor personalización de los estatutos o estructuras más complejas, ya que la empresa en un día utiliza formularios estándares y la flexibilidad es acotada.
