La salud mental de los estudiantes universitarios sigue siendo una preocupación urgente en América Latina, especialmente tras los efectos prolongados de la pandemia. Un reciente estudio liderado por investigadores de la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO), en colaboración con cinco instituciones colombianas, reveló que los estudiantes universitarios de este último país reportan mayores niveles de resiliencia, bienestar psicológico y satisfacción familiar que sus pares chilenos.
El estudio, encabezado por María Eugenia Araneda, directora del Centro de Atención Psicológica de la UBO (CAPUBO), junto a la Directora de Psicología de la UBO, Viviana Tartakowsky, y el académico Claudio Marín, tuvo como objetivo analizar factores protectores de la salud mental en estudiantes usuarios de servicios psicológicos universitarios en ambos países.
"El deterioro de la salud mental en este grupo puede tener consecuencias importantes no solo a nivel académico, sino también relacional y social. Por eso quisimos indagar en variables que actúan como escudo, como lo son la resiliencia, el bienestar psicológico y la satisfacción familiar", explicó Marín. El estudio -de corte cuantitativo, descriptivo y comparativo- se realizó entre octubre y diciembre de 2023 y contó con la participación de 697 estudiantes universitarios. Los datos se recogieron a través de cuestionarios estandarizados aplicados en línea, que midieron los niveles de los tres ítems clave.
Principales hallazgos
Los resultados muestran que, en general, los estudiantes presentan niveles medios a medio-altos en las variables analizadas. Sin embargo, se observaron diferencias significativas según edad, género y país. "Los estudiantes colombianos obtuvieron puntajes más altos en todas las dimensiones evaluadas. Esto podría estar relacionado con factores culturales y el contexto institucional de cada país", destacó Marín.
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El análisis por edad reveló que quienes superan los 26 años tienden a experimentar un mayor bienestar psicológico, mientras que los mayores de 31 reportan niveles más altos de satisfacción familiar. En contraste, los jóvenes entre 21 y 25 años -que atravesaron la adolescencia durante la pandemia- mostraron menores niveles en estas áreas, lo que subraya la necesidad de intervenciones focalizadas.
En cuanto al género, las mujeres reportaron mayor bienestar que los hombres y personas no binarias, siendo este último grupo el más vulnerable en los factores protectores evaluados. "Estos resultados nos permiten no solo caracterizar mejor a nuestra población estudiantil, sino también orientar acciones concretas desde las universidades", añadió el académico.
Un llamado a la acción
A raíz de este informe, los investigadores llamaron a las instituciones de educación superior a asumir un rol activo en la promoción del bienestar estudiantil, con estrategias preventivas y culturalmente pertinentes.
"El desafío es claro: no basta con reaccionar frente a las crisis. Necesitamos desarrollar proyectos institucionales que fortalezcan la resiliencia, el sentido de propósito y las redes de apoyo entre estudiantes. Una de las propuestas que estamos explorando es el acompañamiento entre pares, donde alumnos con más experiencia guían a quienes inician su trayectoria universitaria", concluyó Marín.
El estudio forma parte de un proyecto de colaboración internacional que continuará con nuevas publicaciones y presentaciones en congresos científicos. Uno de los próximos hitos será su exposición en el Congreso Nacional de Psicología de Colombia, donde se espera consolidar alianzas para futuras investigaciones centradas en la salud mental universitaria.