¿Sabia usted que la preocupación por el entorno digital es parte de la Convención de los Derechos de los niños y niñas desde el año 2021 en su artículo 25?

La preocupación por el entorno digital que actualmente vivimos desde el año 2021 ha sido objeto de observación por las Naciones Unidades, en tanto el 02 de marzo de 2021, dicha entidad hizo una observación del artículo 25, que incluye el tema relativo a los derechos de los niños y niñas en relación con el entorno digital.

Esto es central, ya que no sólo se pone el acento en que los países que suscriben a la Convención de los Derechos del Niño (dentro de los cuales está Chile) deben velar por la igualdad de acceso a la tecnología de niños y niños, sino que resguardar el correcto uso y acompañamiento de las madres, padres o cuidadores principales de esto/as, y además el uso de sus identidades y confidencialidad de datos.

De esta forma, se tiene presente que el entorno digital es una realidad que es imposible de renunciar, con sus pro y contras, pero se pone el acento en el acompañamiento que debemos hacer los adultos en el uso de éstas, dadas las complejidades del sobre uso en las distintas etapas del ciclo del desarrollo, o las observaciones de situaciones, imágenes o conductas poco apropiadas, violentas o descontextualizadas.

Lo anterior ha hecho que en diversos países ya haya legislaciones y normativas que regulen la temática y que posibiliten que se cumpla con esta materia, como en España. En Chile, se espera que prontamente haya legislaciones en esas líneas... pero mientras tanto, ¿qué podemos hacer si somos padres, madres o cuidadores principales en vez de "sentarnos a esperar la ley"?

Desde la euforia a la depresión extrema: La verdadera cara del trastorno bipolar

Los síntomas del trastorno bipolar pueden aparecer en la adolescencia o la adultez, y pueden variar mucho de una persona a otra. La Dra. Milagro Sosa, Directora Médica de Abbott, entrega recomendaciones para acceder a un diagnóstico y tratamiento médico oportunos.

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A la luz de lo anterior, les entrego algunas recomendaciones:

1.       Lo primero es reconocer que vivimos en un mundo multimedial, y queramos o no, las redes sociales, son parte de nuestra vida, tanto de adultos como de niños, niñas y adolescentes. Entonces la prohibición de éstas en distintos sistemas, no garantiza nada por sí mismas y desde algunas investigaciones genera precisamente el efecto contrario, sobre todo en adolescentes (Rivera, 2024), dado el propio desarrollo evolutivo de esta etapa.

2.       Lo segundo es aportar en la disminución de la brecha digital, desde el lugar que sea en que "nos movamos como adultos". Esto quiere decir, por una parte, tener alfabetización digital, o sea, saber a qué edad comprarle a mi hijo/a o niño/a o adolescente un aparato, con acceso a qué redes sociales, comprendiendo y conociendo los riesgos y beneficios de éstas. Lo segundo, es no pensar que la solución siempre es la tecnología, ya que comprar un aparto tecnológico lujoso a un niño/a o adolescente que no cuenta con los recursos económicos para que su familia lo haga y un cuidador/a principal que sepa los riesgos y beneficios de éste y que pueda acompañarlo en su uso, será más iatrogénico que beneficioso.

3.       Otro aspecto central es la confianza, el no temer "no saber" y preguntar a nuestros niño/as y adolescentes a cargo por las plataformas o el "juego de moda". Así como el lenguaje es vivo y hoy en día las madres de pre y adolescentes tuvimos que aprender la frase "XD", vamos a tener que preguntarles acerca de esto, sin asustarnos de que ellos y ellas sepan más que nosotros/as, sino que desde la confianza genuina y siempre señalando y buscando fuentes de información serias de los riegos y beneficios de éstas. La confianza, desde la temprana infancia, es clave en el acompañamiento digital parental activo.