• 17 OCT DE 2024

Pareidolia: El fenómeno evolutivamente ventajoso de ver caras en las cosas

pareidolia |

La pareidolia facial es un fenómeno evolutivamente ventajoso que nos permite reconocer rostros rápidamente.

En el mundo de la percepción visual, existe un fenómeno fascinante conocido como pareidolia, el cual nos lleva a ver rostros humanos en objetos aleatorios. Este fenómeno ha sido objeto de estudio y análisis, y en este artículo exploraremos por qué los humanos tienen esta capacidad de ver caras en donde aparentemente no las hay y cómo esta habilidad se considera evolutivamente ventajosa.

Acompáñanos en este recorrido por el curioso mundo de la pareidolia facial.

La facilidad para detectar rostros


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Según Susan G Wardle en una lección ilusoria de Ted-Ed, el cerebro humano está altamente equipado para identificar rostros más fácilmente que cualquier otro estímulo visual. Cada vez que observamos algo, nuestro cerebro comienza a trabajar de inmediato para identificar los nuevos estímulos visuales basándose en nuestras expectativas y conocimientos previo.

Debido a la importancia que los rostros tienen para nosotros como especie, hemos desarrollado regiones cerebrales especializadas que nos permiten identificarlos más rápidamente que otros estímulos visuales.

La conexión del cerebro y la interpretación de la información

El cerebro humano está conectado de tal manera que busca dar sentido a la nueva información utilizando parámetros familiares, como lo indican las imágenes. Esto implica que, en ocasiones, nuestras regiones cerebrales especializadas para detectar rostros pueden ser demasiado sensibles, llevándonos a encontrar caras donde en realidad no existen.

Estas caras ilusorias podrían ser consideradas como un subproducto de algo evolutivamente ventajoso.

La hipersensibilidad como atajo útil

Curiosamente, la hipersensibilidad en la detección de rostros puede actuar como un atajo útil en nuestra capacidad de reconocimiento facial. Si bien estas caras ilusorias pueden parecer inofensivas, perder el reconocimiento de una cara real puede ocasionar problemas graves.

Por lo tanto, la hipersensibilidad en la detección de rostros puede ser un mecanismo evolutivo que nos permite mantenernos alerta y reconocer rápidamente a otros individuos de nuestra especie.