Último día de septiembre: matinal ganó mirando para atrás en la lucha por el rating
La pelea estuvo más estrecha en el segundo puesto y en un día marcado por la demolición de la toma de Quilpué.
Críticas desde el panel
En el programa Sígueme, Michael Roldán recordó la transformación que, a su juicio, vivió su excompañera: "Cuando la Ale Valle asume la conducción de Intrusos, yo siento que la Ale era una de panelista y se transformó en otra como conductora". Cata Pulido, también exintegrante del espacio, complementó la idea asegurando que tras la salida de varios rostros, incluido el suyo, la animadora adoptó un estilo "déspota" que provocó tensiones internas.
La respuesta de Alejandra Valle
Ante estos comentarios, la concejala de Ñuñoa reaccionó en La Voz de los que sobran. Recordó que comenzó su trayectoria a los 23 años en medios escritos y digitales, donde fue editora y dirigió equipos de prensa. Luego, en 2003, dio el salto a la televisión, con pasos por canales como La Red, Chilevisión, TVN, UCV TV, Mega y Canal 13.
Un camino con obstáculos
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Valle explicó que nunca le resultó sencillo sostenerse en pantalla, principalmente por no encajar en los estándares físicos que suelen exigirse a las mujeres en televisión. Aseguró que siempre se mantuvo firme en su estilo, desde sus cortes de pelo hasta el uso de lentes, resistiéndose a las presiones por adoptar otro tipo de imagen.
Convicciones inquebrantables
En sus declaraciones, enfatizó que no estaba dispuesta a ceder en sus convicciones, ni a modificar su forma de pensar para encajar en un molde. Aclaró que no reniega de su pasado en la farándula, agradeció a quienes ejercieron el oficio de manera profesional y sostuvo que no se arrepiente de las decisiones que tomó durante su carrera.
Un legado propio
La periodista finalizó asegurando que su posición en televisión se la ganó gracias al público y no por pertenecer a círculos de poder. "No le debo nada a nadie, no me voy a quedar callada, mis ideas las voy a seguir expresando por las vías que sea", dijo. Con más de dos décadas como animadora, subrayó que alcanzó ese rol con amistades, detractores y sin vínculos con las élites.
