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El influencer de Hualpén cambiará las redes sociales por la televisión, enfrentándose a nuevos desafíos culinarios.
Dentro del diverso abanico de personajes y propuestas que dará vida a El Internado, habrá un concursante que promete llamar la atención tanto por su estilo frontal como por su sentido del humor. Se trata de Rodrigo "Otakin" Fernández, originario de Hualpén, quien ha ganado notoriedad en internet por sus comentarios ácidos y directos al evaluar distintos platos. Ahora, el llamado "anti-influencer más querido del país" tendrá la oportunidad de vivir en carne propia lo que tanto critica, enfrentando la mirada implacable del chef Yann Yvin.
Con un estilo que mezcla sinceridad y humor, Otakin se ha convertido en un personaje reconocido por sus reseñas gastronómicas en redes sociales. Sin embargo, su trayectoria va más allá: ha sido locutor y animador en eventos Geek, exploró la actuación teatral y estudió carreras como periodismo, psicología y publicidad. Todo ese bagaje lo ha puesto al servicio de su contenido digital, con el que ha conseguido construir una comunidad fiel y entretenida.
Aunque reconoce ser nuevo en el mundo de la televisión, Fernández no teme al encierro que implica el programa. "Los demás tienen más bagaje en el mundo de la tele. Yo soy nuevito, llevo menos de 2 años en las redes sociales, y ahora saltar a la televisión para mí es un tema. Aunque ya me he encerrado antes sin ver a nadie, cuando estuve en el servicio militar, entonces no creo que sea difícil", señaló. Además, asegura que el público lo conocerá tal cual es: "Me voy a mostrar tal como soy. Obviamente la gente me va a ver despertando, acostándome. Por ejemplo, yo no uso pijama, de hecho, la misma polera con la que estoy en el día es mi pijama porque no sudo".
Más allá de las críticas que lo hicieron popular, Otakin confiesa que disfruta cocinar en su vida cotidiana, aunque no comparte ese aspecto en redes sociales. "Me encanta cocinar, pero el tema es que tengo una cocina muy ordinaria, entonces no quiero mostrarla en redes", explica. A pesar de no dominar los términos técnicos, dice sentirse cómodo en la práctica: "Si me preguntan de tecnicismos no voy a saber, pero sí lo puedo aplicar. Quizá no sé explicar lo que es una reducción, pero sí sé hacerla".
El paso de Rodrigo "Otakin" Fernández de los celulares a la televisión abierta genera interrogantes entre sus seguidores y el público del programa. ¿Será capaz de demostrar que sus platos tienen tanto valor como sus reseñas? ¿Su humor directo será un aliado o un obstáculo en la convivencia con los demás participantes de El Internado? La experiencia televisiva está a punto de poner a prueba al crítico sin pelos en la lengua.
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