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El nuevo rostro de El Internado
Mega sigue revelando nombres para su esperado reality El Internado, un formato que pondrá a prueba a 18 celebridades nacionales e internacionales en un espacio de competencia y convivencia. El último confirmado es Adrián Pedraja, un actor español que ha destacado por su talento y carisma en la televisión y el cine, y que ahora asumirá el desafío de demostrar sus habilidades en la cocina.
Orígenes y primeros pasos
Nacido en Málaga, Pedraja inició su trayectoria muy lejos de los focos, con una breve experiencia en el fútbol profesional y también en el modelaje. Sin embargo, fue en la actuación donde encontró su verdadera vocación, iniciando una carrera que lo llevó a convertirse en uno de los galanes más reconocidos de Hispanoamérica.
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De Élite a Puente Viejo
Su salto a la fama se consolidó en producciones españolas de gran alcance. Adrián participó en la popular serie juvenil "Élite", que lo proyectó internacionalmente, y más tarde se consagró con su rol en "El Secreto de Puente Viejo", una de las producciones más exitosas de la televisión española. Además, ha trabajado en diferentes títulos de Netflix, consolidando su nombre en la industria audiovisual.
El estilo que lo distingue
Más allá de los guiones, Pedraja es reconocido por su competitividad, perfeccionismo y liderazgo natural. Su personalidad cálida y extrovertida, sumada a su cuidado físico, lo han convertido en un rostro atractivo para el público y en un referente dentro de la pantalla. No solo ha brillado en sus personajes, sino también en su vida personal, donde sus romances han sido tema de conversación, como la mediática relación que tuvo con la actriz Sheila Casas, hermana del reconocido Mario Casas.
Lo que traerá a El Internado
Ahora, soltero y con nuevos objetivos, Adrián llega decidido a conquistar tanto dentro como fuera de la cocina. En el reality, su apuesta será mostrar disciplina y talento culinario, pero también desplegar su humor y coquetería, cualidades que, según él mismo reconoce, son tan efectivas como su sonrisa. Su meta es clara: competir para ganar, conquistando el paladar de los jueces y, quizá también, el corazón de sus compañeras.
