Benjamín Vicuña recuerda a su hija Blanca a 13 años de su partida con un mensaje lleno de amor y nostalgia

13 años sin Blanca: el recuerdo de un padre

Este 8 de septiembre se cumplen 13 años desde que Blanca, la hija de Benjamín Vicuña y Carolina "Pampita" Ardohain, falleció a raíz de una bacteria que ingresó a su organismo. Pese al tiempo transcurrido, tanto el actor como la modelo no han dejado de recordarla, siendo habitual que cada día 8 del mes él le dedique palabras de amor y memoria.

Un video inédito y un mensaje cargado de emoción

En esta ocasión, el actor chileno compartió un video que muestra a Blanca y a su hermano Bautista, acompañado de un sentido mensaje. En él, expresó: "Blanca estas palabras ya las dije, estos recuerdos ya los tuve, se acaban, se pierden. Y yo como un guardián de la memoria, sigo estoico en la puerta esperando tu respuesta".

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El peso de la ausencia y la vigilia eterna

En su relato, Vicuña agregó que se siente como "un guardián que esperó demasiado, un guardián al que le aprieta el traje. El frío me penetra hasta los huesos pero me resisto a cerrar la puerta de la eternidad. Por eso escribo estas palabras, para no olvidar, para dejar la puerta abierta y que corra el viento". De esta manera, dejó en evidencia cómo el recuerdo de su hija sigue marcando su vida cotidiana.

Señales en lo cotidiano y un diálogo con la memoria

El actor continuó compartiendo cómo mantiene presente a Blanca en gestos y sensaciones: "Sigo escuchando el eco de tu risa en la risa de tus hermanos, sigo leyendo señales, sigo hablando solo, dialogo con la música, con los colores, con los pájaros y con las sombras". También relató que incluso pregunta a los amaneceres "si han visto tus zapatos tirados por ahí", reconociendo que la muerte aún es un misterio que lo atormenta.

Una forma de honrar el legado de Blanca

Finalmente, Benjamín Vicuña cerró su mensaje con una profunda reflexión sobre el paso del tiempo y el recuerdo de su hija: "Un año más que se pierde en el relato del tiempo, pero acá estoy, más viejo y más fuerte, honrando tu nombre, tu nobleza y la alegría que iluminó cordillera y mar, que pudo enseñar a amar y también llorar". Conmovido, concluyó: "Acá estamos honrando la vida, de pie, sonriendo pero con los ojos cansados de vigilar, sosteniendo el peso de la memoria y tu legado inmortal".