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La separación después de 17 años juntos
Álvaro Ballero y Ludmila Ksenofontova sorprendieron la semana pasada al confirmar el fin de su relación tras 17 años de vida en común y cuatro hijos. Fue el exintegrante de Protagonistas de la fama quien dio a conocer los motivos de este quiebre, explicando que su vida personal y profesional se había visto marcada por momentos muy complejos.
En una sentida publicación en Instagram, Ballero confesó que su familia había sido siempre su motor, pero que hoy sentía que esa base estaba rota. Relató que había enfrentado la pérdida de su "trabajo perfecto" y la necesidad de vender su departamento ideal por deudas acumuladas, reconociendo que no sabía si lograría salir del "hoyo" en el que se encontraba.
La decisión en torno a la convivencia
Aunque la separación es un hecho, la pareja optó por mantener la convivencia en el mismo hogar. La información fue confirmada por Carla Ballero en el programa Primer Plano, donde explicó que su hermano y Ludmila continúan residiendo juntos en el mismo departamento.
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"Sí, están viviendo juntos", dijo de manera directa la expanelista de Sígueme, agregando que en situaciones como esta, lo importante es dar espacio a los procesos. Subrayó que cuando existe amor y no ha ocurrido un hecho grave, no siempre es necesario cortar todos los lazos de manera inmediata.
Experiencias familiares y puntos de vista
Carla también compartió su propia experiencia, contando que ella misma lleva años viviendo con su exmarido, con quien mantiene una "relación maravillosa", lo que a su juicio demuestra que existen diferentes formas de enfrentar una separación.
Además, sostuvo que en el caso de Álvaro y Ludmila aún hay amor, aunque el desgaste haya sido un factor determinante en la decisión. "A veces es más difícil separarse cuando uno todavía está enamorada y cree en el proyecto, pero también hay que pensar en los hijos", comentó.
Los hijos como prioridad
La hermana del exprotagonista recalcó que muchas decisiones se toman considerando a los hijos, quienes ya están más grandes, lo que permite mirar el futuro desde otra perspectiva. De esta manera, tanto Ballero como Ksenofontova han apostado por una convivencia que, al menos por ahora, busca mantener la estabilidad familiar pese a la ruptura sentimental.
