"Me duele mucho": Carla Ballero tuvo round con Adriana Barrientos en Primer Plano porque le recordó el robo
La ex chica Morandé dijo que aún no supera el hurto, que le recordó La Leona.
William Guimaraes tiene 33 años, es de signo aries y se conoce hace un año con la empresaria.
Coté López rompe el silencio con su sorpresivo novio brasileño, al que presentó este domingo a través de las redes sociales.
Se trata del brasileño William Guimaraes, modelo y DJ de 33 años a quien la chilena conoció hace meses.
En Primer Plano la periodista Cecilia Gutiérrez reveló que conversó con Coté López, quien le dio detalles exclusivos de este apasionado romance.
"Dejaron de hablar y ahora retomaron el contacto. Y yo le pregunto ¿Y el hombre por qué sale así en el video? Bueno, se empiezan a hablar, llevan casi un año conversando y hace un par de semanas ella viaja a Brasil, inician una relación", relató la periodista sobre lo que le contó Coté López.
Cecilia Gutiérrez también le preguntó a la empresaria qué pasó con su anterior galán paraguayo, y la ex del Mago Jiménez "me dijo que por respeto a Will, porque le dice Will, que había lo había dejado de seguir y de tener contacto con él.
"Es más, yo le pregunto a Coté, ¿cómo definirías tu relación? ¿Qué nombre le pondrías? Porque yo le dije yo soy señora, ya yo le tengo que ponernos en la relación. Y me dijo, nosotros bromeamos con que estamos casados", concluyó Cecilia Gutiérrez.
Varios de los seguidores de Coté López comenzaron a preguntarse sobre quién era el nuevo galán.
Según su cuenta de Instagram, William Guimaraes es DJ y también se dedica al bienestar y al estilo de vida. Tiene 33 años, 3 años menos que Coté López, y es de signo aries.
El galán de Coté López también tiene fama de modelo de marcas de ropa y tiene varios registros posando en su cuenta de redes sociales.
La ex chica Morandé dijo que aún no supera el hurto, que le recordó La Leona.
William Guimaraes tiene 33 años, es de signo aries y se conoce hace un año con la empresaria.
La opinóloga impactó a sus seguidores con dolorosa confesión desde el avión.