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"Mi nombre es Constanza Segovia, pero prefiero que me conozcan como Constanza Capelli en honor a mi madre" fue la frase con la que conocimos a la Bailarina y personalidad de Televisión mientras sonaba la icónica pieza del Cisne negro del Lago de los cisnes de Chaikovski. El resto es historia: icónicas exclamaciones como "¡Me importa, no me importa nada!", "¡Payasa!", "¡Se va ella o me voy yo!" marcaron hitos en la telerrealidad chilena y la convirtieron en la ganadora de la primera temporada de Gran Hermano Chile.
El éxito rotundo del programa significó que, durante la emisión en vivo del capítulo final, Carlos Valencia, el productor ejecutivo del reality anunciara que habría una segunda temporada de la casa más famosa del mundo en nuestro país. Spoiler: Le fue pésimo. Pero, chill, entraremos en esos detalles más adelante.
Llegó el día del estreno de la segunda temporada de Gran Hermano Chile e incluso antes de su salida al aire, los fans del programa mostraban su descontento ante los cambios en el formato. La mitad de los participantes eran famosos, se dividió la casa entre dos "mundos" con diferente acceso a comodidades (cuál reality de canal 13 se tratase) e icónicos elementos como el supermercado o el panel en vivo durante las emisiones habían sido removidos.
Pero los viernes, Espiando la Fiesta, un programa satélite del reality le otorgaría a Cony Capelli la oportunidad que tanto esperaba para perfilarse como animadora. Así fue como comprendió que debía potenciar su imagen y, por medio de Suro Solar (su polémico mánager), se pusieron en contacto con Gonzalo "Goo" Morales, un joven director creativo de Curicó que estaba a punto de enfrentarse a uno de sus mayores desafíos laborales: Vestir a la gran revelación de Chilevisión.
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¿Qué fue lo más desafiante de vestir a Cony Capelli?
El correo de Suro Solar con la propuesta laboral tomó por sorpresa a Gonzalo, quién después de darle un par de vueltas al asunto comenzó a viajar todas las semanas a la capital para encargarse del look de cada aparición pública de Cony Capelli. Rápidamente lo que pareciese un trabajo de ensueño para muchos, se volvió un desafío maratónico lleno de imprevistos.
La baja sintonía de Gran Hermano 2 provocó que Chilevisión retomara elementos del formato original del programa como el panel en vivo, del cual Cony formó parte en aquella temporada en su calidad de ganadora de la edición anterior. "Había que correr por todo Santiago para armar los looks y ahora no era uno solo a la semana, cada vez había que preparar más y en menos tiempo" comentó Gonzalo. El estilismo de Capelli no pasó desapercibido, la gente en redes sociales la llenaba de elogios por sus atuendos y rápidamente se posicionó como un Fashion Icon de la generación Z, colaborando con diseñadores de alto calibre como Matías Hernán.
"Todo era muy inmediato, teníamos menos de 5 minutos para hacer los registros fotográficos y audiovisuales para promover los looks de la Cony", nos comentó Goo Morales en conversación exclusiva con el diario La Hora.
Pero a pesar de todo, el rating no era favorable. La producción del programa sacó una de sus últimas cartas en su apuesta por Gran Hermano: Cony Capelli reingresaría a la casa.
Goo Morales calificó la preparación de la estadía de una semana de Cony en la casa de Gran Hermano como lo más desafiante de su desempeño como Stylist de la bailarina. "Teníamos esta racha de Cony como Fashion Icon que no podíamos romper", aseguró Gonzalo, "en un día tuvimos que armar todos los looks" agregó, mencionando que se planificaron hasta los detalles minuciosos como que botones se cerraban en las camisas, el largo de las corbatas y demás.
Además, para el anuncio del ingreso de Cony a la casa, se gestionó en tiempo récord la confección de un vestido a medida de la marca Love is Rebel y la elección del icónico vestido Diesel que vistió en su entrada con su maleta en mano, dentro de la cual había un papel con la guía de todas las combinaciones y los momentos en los que se debería usar cada atuendo. "No se dejó nada al azar", enfatizó Goo Morales.
