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La actriz describió en qué consistieron estas situaciones que la hicieron cortar lazos laborales.
La prestigiosa revista Forbes publicó su ranking anual con las mayores fortunas entre atletas, revelando cifras récord y cambios llamativos en el podio de 2025.
El deporte ya no solo se juega en las canchas, sino también en los balances contables. Así lo confirma la nueva lista de Forbes con los diez deportistas mejor pagados del mundo en 2025, que este año alcanzaron un récord colectivo de 1.400 millones de dólares en ingresos. Entre ellos destacan futbolistas, basquetbolistas, boxeadores, beisbolistas y estrellas de la NFL, todos con una característica común: su capacidad de convertir rendimiento deportivo en poder comercial.
En la cima del listado se encuentra, por tercer año consecutivo, el delantero portugués Cristiano Ronaldo, con una fortuna estimada en 275 millones de dólares. Su contrato con el club Al-Nassr de Arabia Saudita y su imponente presencia en redes sociales con más de 939 millones de seguidores lo consolidan como una de las figuras más influyentes y rentables del planeta.
El segundo lugar lo ocupa el basquetbolista Stephen Curry, quien registró 156 millones de dólares, seguido por el boxeador británico Tyson Fury, con 146 millones, gracias a sus ingresos en el ring y un exitoso programa en Netflix.
Completan el top 10 figuras como el mariscal de campo Dak Prescott, el argentino Lionel Messi quinto en la lista y veteranos del baloncesto como LeBron James y Kevin Durant. También aparecen beisbolistas de renombre como Juan Soto y Shohei Ohtani, protagonistas de contratos sin precedentes en sus respectivas ligas.
La lista refleja cómo el éxito financiero de los atletas va mucho más allá del rendimiento deportivo: hoy se mide también en contratos publicitarios, presencia en medios, influencia digital y capacidad para construir una marca personal. En 2025, el verdadero campeonato parece jugarse también fuera de la cancha.
La actriz describió en qué consistieron estas situaciones que la hicieron cortar lazos laborales.
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