"Dice que estamos casados": denuncian que recordado actor de "Los 80" se obsesionó y acosa a influencer
Brunito está en el ojo del huracán luego de la revelación dada a conocer por Bea Bravo.
En la antesala de sus 60 años de vida, el cantante busca probar la adrenalina de algo que no ha hecho.
El destacado cantante nacional Luis Jara, más conocido como Lucho Jara, no descartó lanzarse a la piscina en una faceta jamás vista.
El jurado de Yo soy, de TVN, participó del podcast Reyes del Drama, donde habló de este bichito que le picó por debutar en un área desconocida para él.
Estas declaraciones Lucho Jara las dio en medio del debut de Mi madre, mi novia y yo, obra de teatro donde actúa Yamila Reyna, la polola del momento de Américo.
En Sígueme, de TV+, confirmaron que la pareja lleva cerca de dos meses.
Tras presenciar la obra, Lucho Jara tuvo bonitas palabras para Yamila Reyna y el resto del elenco. "Estoy contento de acompañarlos y de ser parte de un proyecto que ellos quieren mucho y que me sacó muchas risas"., dijo
"Me sentí muy identificado, yo tuve una madre muy especial, me hizo recordar un poco esas madres que han sido más que aprensivas, que se han dedicado toda la vida a ser madre más que mujer, y que entra en la vida una mujer que logra complementarse, que es lo que me pasó a mí", añadió.
Y luego de estas palabras dejó abierta la puerta para incursionar en el teatro, algo que jamás ha hecho en su carrera artística.
"Mientras estaba viendo la obra, dije ‘quizás algún día me atrevo’", dijo Lucho Jara, añadiendo que "me parece muy atractivo. Yo, de cierta manera, soy un artista que hace conciertos y los conciertos tienen algo de la magia del vivo".
"Me encantaría, vamos a ver si algún día aparece algo", remató, diciendo que siente el desafío de salir de su zona de confort.
Brunito está en el ojo del huracán luego de la revelación dada a conocer por Bea Bravo.
El actor contó sobre la importancia que ha tenido su participación en narcóticos anónimos. Ahí te entienden, dijo.
El cantante aseguró que ha sabido limpiar su cuerpo por la mías sin entrar a un centro de rehabilitación.