"Con todo, sino pa qué": Emilia Dides y Sammis Reyes dan importante paso con apenas 3 meses de relación
Aunque existan días malos, sabes que llega la noche y estoy con ella, dijo un enamorado deportista.
La primogénita de Rafael Araneda y Marcela Vacarezza ha sorprendido al público con su espontaneidad y autenticidad en el exitoso podcast "Tenemos que Hablar".
Martina, estudiante de Ciencias Criminales, reflexiona sobre cómo este espacio ha transformado su relación con la audiencia y le ha permitido mostrar su verdadera personalidad, más allá de ser "la hija de".
"Siempre me molestó que me vieran como ‘la hija de’, sin que nadie supiera realmente cómo soy. Ahora mucha gente me envía mensajes diciendo: 'No pensé que eras tan simpática o buena para la talla'", comenta Martina, agradecida por el cariño recibido en redes sociales.
Aunque procura responder mensajes positivos, admite que evita los comentarios negativos eliminándolos o bloqueando usuarios para preservar su tranquilidad.
Síguenos en: 
El podcast también le ha implicado un desafío en cuanto a compatibilizar su vida académica y mediática. Martina, quien se caracteriza por su exigencia en los estudios, asegura que el programa le consume tiempo, pero no a costa de sus objetivos académicos.
"No me gusta sacarme menos de una A, pero tampoco dejaría de hacer lo que me gusta por estudiar", dice la influencer.
Esta determinación le ha permitido continuar su carrera online, explorando técnicas de investigación forense como el uso de sangre falsa, el levantamiento de huellas y la identificación de pisadas.
Sobre su relación con sus padres, Martina destaca la confianza como pilar fundamental. "Con mis papás tengo mucha confianza, les cuento todo. Siempre he dicho que mi mamá es mi mejor amiga. Sé que puedo contarles las cosas sin que me juzguen, y eso me ayuda a sentirme mejor".
¿Una carrera en comunicaciones? Aunque el podcast ha despertado interés en el público, Martina aclara que su meta sigue siendo convertirse en abogada: "El podcast me encanta porque lo veo como un proyecto familiar, pero fuera de eso, no me interesa mucho la exposición pública. Me gusta mi vida privada y siempre he querido ser abogada. Aunque, a futuro, no me cierro a nada".
Con un pie en las ciencias criminales y otro en el mundo de las comunicaciones, Martina Araneda demuestra que, lejos de las etiquetas, tiene una identidad y un camino propio por recorrer.
