ENTREVISTA | Patricio Esteffan tras su paso por Gran Hermano: "La gente se hacía una imagen errada de mi"

Patricio Esteffan fue el último eliminado de Gran Hermano, tras perder mano a mano con Carlyn Romero, en la temida placa que se define domingo a domingo.

Ajeno a los conflictos más bullados de la casa, amigo de todos, y asumiendo un rol de consejero, "Pato" terminó generando lazos fuertes en el encierro, generando profunda pena en algunos gracias a su salida.

En conversación con La Hora, el empresario analiza su paso por el reality, habla de su conflicto con Iñigo López, sus votos cantados, y la imagen que proyectó hacia el público.

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- ¿Cómo definirías tu paso por Gran Hermano?

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- Inolvidable. Porque tiene demasiados aspectos positivos de crecimiento personal, sobre todo en el tema valorico. Las enseñanzas que nos deja el reality son maravillosas. La unión, compartir con amigos, conocerse, poder tratar de ver las cosas positivas, el amor, y sobre todo tener tallado a fuego en el corazón a cada uno de tus amigos. Entonces es una experiencia absolutamente inolvidable. Absolutamente feliz.

- ¿Cuál fue tu aporte en la casa? ¿Qué te diferenciaba de tus compañeros?

- Más que diferenciar, yo creo que los que estaban ahí por algo fueron elegidos, porque tienen características muy positivas. Obviamente mis menos amigos tienen algunas más negativas también jaja, pero yo creo que cada uno tenía cosas muy importantes, únicas. Yo creo que lo mío, si bien siento y creo que tal vez no se vio tanto, pero el positivismo, el humor, los hacía reír bastante. La energía y sobre todo siempre una buena palabra para los míos.

- ¿Hubo algún momento en el que pensaste en desistir?

- Varias veces, pero más que por un tema del encierro en sí, era por mis hijos y por mi familia y por mi mamá, que ella, bueno, todos saben que está enfermita, entonces quería aprovechar el tiempo con ella.

- ¿Y qué te motivaba a seguir ahí adentro?

- El objetivo inicial y mis amigos de adentro, porque cuando ya estaba ahí, me estaba dando cuenta que yo a la mayoría no los conocía, no había tenido roce con ellos. Con algunos había hablado una que otra vez, pero no como de conocerlos, de estar con ellos, de compartir con ellos, de verlos como eran como personas. Y también me mantenía mucho el hecho de estar ahí para apoyarlos, para darle un abrazo, para darles fuerza, energía, para hacerlos reír, para escucharlos, así que eso también me da mucha energía y fuerza.

- En el encierro tuviste un temita con Iñigo, ¿sigues sin querer verlo afuera?

- De peleas grandes, obviamente, así como en el recuerdo, son re pocas, un par yo creo. Y como dices tú, la más fuerte tal vez fue con Iñigo, pero es una pelea que ahí queda. En el minuto tú te lo tomas muy a pecho, a lo personal, y como algo muy grave, pero también todo eso está exacerbado porque estar encerrado tantos meses con cierto estrés, con pocas cosas que hacer, es como un mundo aparte. En este caso con Iñigo, súper buena onda, algo hablamos antes de que yo saliera, y estoy seguro de que vamos a hablar ahora también.

- Si la fulminante hubiese estado disponible desde el primer día, ¿a quién se la hubieras hecho?

- Conociéndome, creo que nunca la hubiera hecho a nadie. No, no es mi estilo. Hay cosas que a mí como que no me gustan mucho, pero no es que sea algo malo, sino que siento que no es mi estilo. Más allá de que era un juego, en términos valóricos, para mí no era un juego, realmente éramos las personas que éramos.

- ¿Te han molestado mucho por los votos cantados?

Uy, me eliminaron la mayoría de los votos jaja. Lo que pasa es que hay varios temas. Uno, cuando tú entras a este juego, sentía que había una connotación negativa en términos de pensar que para jugar hoy día hay que hacer cosas malas, o pelear, o tener conflictos, etc. Entonces a ese juego yo no me quería entregar, pero sí me quería entregar al juego de tratar de durar. (...) Entonces en algún minuto, yo de manera bastante pelotuda empecé a tratar de hacer estos complots, de verlo estratégicamente, pero era parte de no entender. Y tampoco lo veía como algo malo. Después empecé a cachar muchas cosas. Yo tengo experiencia televisiva cero, entonces hay muchas cosas que yo no sabía tampoco y que va a ir de a poquito aprendiendo. 

- ¿Se viene la ropa oversize?

- Sí, es un tema que yo ya de hace tiempo lo había visto, pero pasa que soy un medo fregado con la ropa. No me gusta llegar y entregarme a la moda, vamos de a poco, pero sí, vamos a seguir hartos de los consejos. Estamos en esta vida para crecer y para entregarnos, para jugar, para experimentar cosas nuevas, así que feliz y encantado. Vamos a ir con mis amigos a comprar ropa, ya se viene ese panorama.

- ¿Hubo gente que cambió su visión sobre ti?

- A veces yo sentía o presentía que la gente se hacía una imagen un poquito errada de mí, y me daba cuenta en el minuto en que yo entré que todos me decían 'oye, yo no te conocía, pero hablé con mucha gente que te conocía todos te tienen mucho cariño'. Muchos tenían mala imagen mía, y cuando empezaron a conocerme eran gente súper buena onda, muy opuesto a lo que maestra ese personaje más frío. Entonces, ese como cambio de perspectiva que tenían hacia mí fue muy positivo.

- ¿Te preocupaba en algún momento lo que pensaba la gente de ti afuera?

- Sí, me preocupaba sobre todo por dos cosas. Uno, por mis hijos, porque no me gustaría que a ellos les dijeran algo el día de mañana, por algún error, algo que haya hecho yo mal. Y dos, porque obviamente también es lindo sentirse querido.

- ¿Te molestó en algún momento el apodo de cartero?

- Obviamente estás en una casa en la que lo único que tenéis para hacer ahí es pelar, y andar contando y hablando de todo, pero lo que me queda es que uno no era malintencionado, ni tampoco era  en contra de los míos. En algún momento me decían que llevaba cosas de acá para allá, pero yo no iba de un grupo a otro, porque al grupo que me caía mal yo no les hablaba. Y yo jamás iba a traicionar a un amigo, si no que eran cosas que yo escuchaba, que me parecían feas, que las decía gente que no era mi amiga, y que obviamente se las llevaba a mis amigos. Pero yo eso lo sentía leal. Yo nunca iba tratando de traicionar ese principio de la lealtad.