Cuatro periodistas muy diferentes, unidas por su pasión por la política, son las protagonistas de la producción recién estrenada en Max y que tiene a la cabeza a Melissa Benoist, Carla Gugino, Natasha Behnam y Christina Elmore.
En 2018, Amy Chozick publicó "Chasing Hillary", un libro sobre la campaña presidencial tras la cual Donald Trump se convirtió en Presidente de EEUU, dejando a Hullary Clinton en el camino. Y parte de esa historia se convirtió -de la mano de Chozick y a Julie Plec, la co creadora de "The Vampire Diaries"- en la serie "Las chicas del autobús".
La producción, que se adentra en el mundo de las elecciones, el impacto real de la política y la camaradería entre colegas, ya está disponible en Max. Melissa Benoist, Carla Gugino, Natasha Behnam y Christina Elmore lideran la historia en que se ven enfrentadas por sus distintas inclinaciones políticas, perspectivas y niveles de experiencia, logran encontrar terreno común que las identifica y une, formando una amistad profunda, que las ayudará a navegar por la campaña de una elección presidencial. En el elenco también están Brandon Scott y Griffin Dunne, actores conversaron con La Hora sobre este estreno.
Brandon Scott, quien da vida a un jefe de campaña y exnovio del personaje de Benoist contó sobre la experiencia en un mundo donde los medios y la política son lo central. "Aprendí mucho investigando, hablando con periodistas reales y con Amy. Había muchas cosas en el guión sobre las que tenía preguntas, tenía curiosidad y despertaron aún más curiosidad en mí. Así que puedo decir que salí con mucho más conocimiento, entendimiento, empatía y... curiosidad".
Para Griffin Dunne, quien interpreta al mentor de Benoist, el mundo periodístico no es algo que le fuera ajeno, pues viene precisamente de una familia de periodistas. De hecho, su padre escribió para Vanity Fair, por lo que conoce perfecto los altos y bajos de la profesión.
"Me gustaron mucho las diferentes perspectivas del periodismo que se aborda en la serie, desde las redes sociales a un diario más conservador a otro más liberal. Pero también me gustó lo divertido que es andar en gira y todo tipo de comportamiento travieso que pasa y que sé que pasa", añadió.
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La serie, además, llega en un año de elecciones para EEUU. "Creo que la fatiga del periodismo político es algo real, y puedo entender por qué durante este tiempo las personas no quieran saber más de eso, pero lo genial de la serie es que es un escape, a pesar de que hay muchas libertades y mucho humor. Yo vería la serie como una forma de cuidado personal, mientras más nos acercamos a las elecciones de noviembre. Creo que es una forma de ver televisión, de encontrar humor, y tal vez, después de todo esto, recuperar algo de curiosidad y generar algo de compromiso", reflexionó Scott.
En tanto, para Griffin, "la serie es una forma entretenida, realista y contemporánea de ver el periodismo. Creo que la gente se va a sentir atraída de cómo se hacen las cosas detrás de escena".
