Paulina Urrutia se sinceró con Maite Alberdi: "Te siento como una hija"

Sin duda, la película documental “La Memoria infinita” de Maite Alberdi, a un mes de su estreno, se transformó en uno de los mejores estrenos del cine nacional en los últimos años. Los resultado han saltado a la vista y no sólo se deben a la emotividad de la pieza audiovisual, sino que también a que ha relevado un tema tan importante como el Alzheimer, y como vivió con la enfermedad, el fallecido periodista Augusto Góngora y su pareja, la ex ministra y actriz nacional Paulina Urrutia.

En el día mundial del Alzheimer, cabe relevar esta cinta y a ellas, Maite Alberdi directora nacional que llevó a cabo “La Memoria Infinita” y a Paulina, quien fue también protagonista de esta sublime historia. Ambas fueron entrevistadas para la edición actual de Revista Velvet, en donde contaron pequeños detalles que durante 5 años de grabación, las unieron para siempre.

Las profesionales de las artes, están más unidad que nunca. Maite no puede ocultar su admiración y le comenta a la actriz: “nunca había visto el nivel de integración que tenías con Augusto, ese lograr ser pareja, más allá del Alzheimer, cómo se iban adaptando y lo iban pasando bien. Para mí eran una pareja con la que yo quería estar. O sea, tú estás con personas que te hacen bien. Y yo quería estar con ustedes”.

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Paulina Urrutia y estreno de "La Memoria Infinita": "Me quedo pegada en el Augusto"

La historia que narra el camino de Augusto Góngora a la eternindad, ya está en las salas de cine del país. El film representará a Chile en el Goya.

“Muchos me decían ‘uy, qué terrible, estás filmando el Alzheimer...’. Y para mí jamás tuvo ni un dejo de dolor en la convivencia. Era sólo goce estar con ustedes”, sentenció Alberdi.

Pero no todo fue fácil para dar forma al docu, según Paulina, “él fue quien decidió. Yo le di mi opinión, sus hijos, sus amigos, todo el mundo le dijo que ‘no’. Pero Augusto decía que ‘sí’. Nos dijo claramente: ‘¿Cuál es el problema? ¿Qué se me caiga la comida? Yo no tengo problema con eso’”.

Maite, por su parte tuvo que trabajar en su flexibilidad e ir improvisando, se enfrentaron a la pandemia mundial y Paulina debió ser quien grabara y logró más de 60 horas de grabación. “Por primera vez tengo que ser tan flexible”, contó la cineasta, “esta película es la antítesis de lo que yo me imaginé. Todo lo que dije que no iba a hacer, lo hice. Por eso digo que la pandemia fue un regalo para mí. Tuvieron la generosidad de tomar la cámara y, sobre todo, tú, Pauli, de grabar como no se me habría ocurrido jamás o no me habría atrevido jamás pedirle a alguien que lo hiciera”.

La reflexión de Paulina Urrutia

Pali, como le dicen sus cercanos, también se sinceró y le comentó a Maite en la entrevista que “¿La verdad? Lo que me permitió grabar fue que siempre juré –y esto lo descubrí ahora hace poco– que este material no iba a servir para nada. Después de que llegó la pandemia, yo pensaba que esto era algo que estaba haciendo porque no podías grabar y que, por lo tanto, querías este material para no perder el contacto, para estar conmigo, para estar con nosotros”.

“Y esa libertad para mí fue muy importante, porque yo no tuve ningún control sobre lo que grababa. Nunca revisé ningún material. Nunca vi nada. Nunca eché para atrás. Nada de nada. Yo prendía la cámara y corrían horas, horas y horas. Sólo registré momentos que se repetían una y mil veces en nuestro cotidiano. Momentos para comer, para bañarnos, para conversar, donde Augusto estaba perdido y donde no. Fue de una honestidad y de una transparencia absoluta”, señaló Urrutia.

Finalmente, la partida de Góngora, no dejó indiferente a Maite, “el día que Augusto murió, me dolió el ya no estar más con los dos, el no poder tener más goce de compartir esa existencia que conocí con ustedes en estos últimos 5 años. Para mí, esto fue una enseñanza y un aprendizaje de vida de cómo hay que amar, de cómo hay que estar, de cómo hay que cuidar, de cómo hay que entregarse; de cómo te entregaste a él y de cómo te entregaste a mí”.

Paulina le declara a Maite: “te siento como una hija, y es muy extraño, porque uno como actriz nunca tiene relaciones así con los directores ni con los productores. Y fuiste súper inteligente porque, claro, Augusto era un tremendo personaje, pero a mí me tuviste que descubrir para que me fuera soltando, me fuera entregando y pudiera ser la facilitadora. Entonces, es como muy bello, porque eres nuestra hija, como una hija creativa de Augusto y una hija afectiva mía. Nosotros, que no tuvimos hijos finalmente tuvimos una hija”.

“Me encantan estos padres adoptivos. Tengo una mamá en la tierra”, dijo Alberdi.