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A comienzos de noviembre la abogada y ex Mekano Romina Sáez fue dada de alta, luego que sufriera una afección en su ojo donde le comenzó a salir materia, todo esto a raíz de la golpiza que sufrió a principio de año a manos de unos arrendatarios morosos.
El problema en cuestión, fue que en una de las propiedades de Romina habían personas que no le habían pagado el arriendo, por lo que ella decidió tomar cartas en el asunto, dando como resultado una golpiza que le fracturó la nariz y el pómulo y que le causó dos paros.
Tras esto tuvo que seguir con medicamentos por lo que tuvo complicaciones que la hicieron volver al hospital. Fue así como comentó a LUN la especialista en tratamiento ocular y médica tratante de Romina, Carmen Torres.
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Complicaciones
Según comentó la especialista, Romina Sáez comenzó a tener fuertes dolores estomacales y vómitos de sangre. “Romina tiene una sobreinfección de la bacteria clostridium difficile. Esto debido al uso del antibiótico amoxicilina, ácido clavulánico”.
Dentro de lo que explicó Carmen Torres estos medicamentos son utilizados para tratar infecciones. El problema es que puede traer efectos secundarios, como por ejemplo la alteración en la flora intestinal. Por lo tanto, la persona queda expuesta a infecciones.
La tratante de la abogada también explicó al medio antes citado, que por eso mismo es que su paciente debe permanecer aislada para frenar la enfermedad. Esto tiene como motivo que la bacteria que la afecta es altamente contagiosa.
El calvario de Romina
Fue también en Las Últimas Noticias, que la también empresaria contó lo mal que la ha estado pasando. “La gente entra con trajes a dejarme la comida. Estoy sola, pensando por qué sigue esta pesadilla".
Eso si que aseguró que dentro de todo, de igual forma está bien cuidada. “Lo bueno es que acá en el hospital me tratan muy bien". Y agregó, "trato de escribir o leer, pero llega un momento en que miro el techo y pienso por qué esto tiene que durar tanto".
La que no la ha dejado ni a sol ni a sombra es su madre según cuenta Romina Sáez, Margarita Valcarce. "Ella viene, se viste con este traje, entra un rato, no me puede tocar y conversamos".
