Los gastos innecesarios o compras superfluas como también se les llama, se relacionan con el consumo excesivo de ciertos productos, que en su mayoría no representan una necesidad básica, la que se basa en impulsos emocionales.
Estos la mayoría de las veces son montos significativos, los que en muchas ocasiones hacen que las personas gasten más de lo que pueden, lo que hace peligrar el bolsillo y hasta las finanzas familiares.
Para aprender como controlar los gastos innecesarios hay que identificarlos, como ejemplo los gastos hormiga, esos que suelen ocurrir día a día.
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Identificar y controlar los gastos innecesarios
El primero a analizar dentro de los gastos innecesarios son los del tipo hormiga, los que son pequeños montos los que suceden de forma inconsciente y son de hábito diario.
Estos son por ejemplo la compra de alimentos que perfectamente podrían hacerse en casa, un aliado para tomar desayuno en la oficina, o quizás el comprar un raspe todos los días, e incluso la suscripción a una plataforma de streaming que no se usa.
Como ejemplo tomemos el pan, y digamos que sale 1.500 pesos, a eso se le suma un café de 1.800. Esto a 20 días suma 37.500, lo que al año ya serían 397.500 de ahorro.
Para poder controlar los gastos innecesarios es importante primero analizar los gastos diarios, sumarlos y darse cuenta minuciosamente los que se podrían eliminar para poder ahorrar.
Otra cosa buena es identificar los gastos innecesarios y compulsivos, y destinar un monto específico a ellos, cosa de no terminar con un hoyo en la billetera por culpa de ellos.
El preparar el almuerzo en casa y llevarlo en una vianda al trabajo o a la universidad también es algo que puede ayudar a tener una mejor dieta financiera, y no comprar por ejemplo un menú de más de 5 mil pesos diarios.
El modificar los montos de las tarjetas de crédito también puede ayudar, pues al tener un límite muy alto, puede hacer que por culpa de compras compulsivas las deudas crezcan hasta reventar.