Trabajo conjunto entre CUECH y Senda impulsa transformación preventiva en universidades estatales
Catalina Muñoz destacó el compromiso de las instituciones públicas en la promoción de espacios saludables y la implementación efectiva del modelo.
Catalina Muñoz destacó el compromiso de las instituciones públicas en la promoción de espacios saludables y la implementación efectiva del modelo.
En el marco del Encuentro Nacional Afianzando Estrategias, del CUECH junto al Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), realizado en la UTEM, Catalina Muñoz, abogada y coordinadora nacional del Proyecto CUECH-SENDA, abordó los principales avances alcanzados en la implementación del Modelo de Culturas Preventivas en las universidades del Estado. La actividad se desarrolló como parte del trabajo articulado entre ambas instituciones, que desde el año 2010 mantienen una alianza estratégica orientada a la promoción de entornos protectores dentro del sistema de educación superior público.
Muñoz recordó que esta colaboración lleva más de una década en marcha y ha logrado sostenerse a lo largo del tiempo pese a contar con recursos acotados. Destacó que ha sido el compromiso y la disposición de las y los funcionarios lo que ha permitido que el proyecto se mantenga activo, muchas veces gracias a esfuerzos extra programáticos. "Se ha hecho bastante en mucho tiempo y con pocos recursos, con funcionarios y funcionarias que han dispuesto su tiempo de forma extra programática muchas veces y con el apoyo incondicional de SENDA, por cierto", señaló la coordinadora.
Uno de los hitos más relevantes mencionados fue la impresión y entrega física del Modelo de Culturas Preventivas, que no sólo representa un documento institucional, sino una herramienta concreta para fortalecer la acción preventiva dentro de los campus. "No nos interesa hacer una política pública más, sino realmente transformar comunidades universitarias saludables, dignas, preventivas realmente", enfatizó Muñoz. Según explicó, lo más innovador del proceso ha sido justamente comenzar a "bajar" el modelo a la realidad interna de cada universidad, adaptándolo a sus particularidades y estructuras de funcionamiento.
En este contexto, la abogada valoró el rol fundamental que han tenido las universidades estatales en este camino, destacando su convicción institucional a favor de un enfoque preventivo. A su juicio, el aporte de estas casas de estudio ha sido clave, especialmente en momentos en que se cuestiona el valor de lo público. "Las universidades estatales han logrado instaurar el concepto de la cultura preventiva y no la cultura represiva, que es la habitual en todos los sistemas", explicó, señalando que hoy la prevención ya no es tarea exclusiva de las unidades de bienestar o salud estudiantil, sino que se ha transformado en una responsabilidad compartida por toda la comunidad universitaria: directivos, docentes, funcionarios y estudiantes.
Otro de los resultados destacados del trabajo conjunto fue la creación de un libro que sistematiza el modelo preventivo y que incluye orientaciones prácticas. Según explicó Muñoz, este material entrega lineamientos adaptables a la diversidad institucional, reconociendo la heterogeneidad de los territorios donde están insertas las universidades. Además, cumple un rol estratégico al facilitar la formación de los equipos internos y al mejorar la coordinación entre las instituciones educativas, SENDA y los servicios de salud locales. "Uno de los logros que queremos es mejorar la coordinación entre SENDA nacional, sendas regionales y las universidades", agregó.
Respecto a los desafíos que enfrenta el proyecto, Muñoz fue enfática en señalar que uno de los principales obstáculos es la falta de recursos humanos, lo que se relaciona directamente con las limitaciones presupuestarias de las universidades públicas. A diferencia de las instituciones privadas, muchas veces no tienen la posibilidad de contratar personal adicional, lo que obliga a distribuir las tareas entre los equipos existentes. A eso se suma la necesidad de fortalecer la articulación con los servicios sanitarios locales, especialmente considerando que las problemáticas de consumo varían según el territorio. "La prevención de drogas en el norte es un desafío mayor que en otras zonas del país, y por lo tanto también se requiere reacomodar la prevención a nivel territorial", explicó.
Al cerrar su intervención, Catalina Muñoz dirigió un mensaje a las universidades que aún se encuentran en las primeras etapas de implementación del modelo. Les pidió no desanimarse ante las dificultades iniciales, recalcando que existe una red sólida, colaborativa y respetuosa, dispuesta a compartir experiencias y apoyar la instalación del modelo en cada realidad institucional. "Siempre encontrarán acá una contraparte dispuesta a colaborarle y llevar esta cultura preventiva que felizmente aporta al país, aporta al desarrollo de Chile a todas las unidades dentro de una universidad estatal", concluyó.
Catalina Muñoz destacó el compromiso de las instituciones públicas en la promoción de espacios saludables y la implementación efectiva del modelo.
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