Gary Medel se acerca al retiro del fútbol profesional, y con 37 años ya no es parte de la Roja con la que consiguió sus dos únicos títulos en su carrera.
Hoy el emblemático "Pitbull" defiende los colores de su querida Universidad Católica, el equipo que lo vio nacer, cuando desde Conchalí viajaba hasta San Carlos de Apoquindo para hacer sus primeras armas en el fútbol.
De eso ya han pasado casi 30 años, pero Medel recuerda como si fuera ayer todo lo que le tocó vivir para cumplir el sueño de ser jugador profesional.
"Sin el apoyo de mis padres no sé que hubiese pasado, porque siempre estaba atrás mío, me webiaban que no jugara a la pelota en Conchalí. Yo era muy peleador ahí en las canchas de baby, siempre me peleaba, entonces a mis papás no les gustaba que yo jugara ahí", comentó el Gary en conversación con la periodista Javiera Quiroga.
"Mi familia completa me ayudaba, entre todos me hacían una vaquita y me compraban un par de zapatos de fútbol al año porque no habían más posibilidades. Fueron tramos muy largos, de mucho cansancio y hambre porque a veces no había para comer", agregó.
Duros momentos familiares
Fue hace poco más de un año cuando su madre Marisol, falleció a causa de dura enfermedad. "Ella me hace mucha falta, no solo a mí, sino que a toda mi familia, ella era quien nos unía a todos los hermanos, tíos y primos. A ella yo le debo mucho, y es increíble lo que la extraño. Hay noches que pienso en ella y me pongo a llorar, de verdad ella me ayudó mucho para lo que fue mi carrera".
Sobre su padre, también pieza fundamental en la trayectoria del "Pitbull", el jugador de la UC dijo que "se casaron hace poco con mi mamá, le organizamos el matrimonio, y nada, siempre estuvo atrás mío junto a mi madre. Con ella siempre fue muy protector y buen hombre. Ahora este año lo hemos estado apoyando, tuvo problemas con las drogas, ya lleva un año mejorando y ha ido saliendo adelante, vamos a estar con él en todo momento. Estar con él es lo mínimo que le podemos dar".
Más de dos horas de viaje
Luego, el jugador de la UC, recordó lo que significaba el esfuerzo de viajar de su casa hasta San Carlos de Apoquindo.
"Salía del colegio a las 12:30 y me iba a Católica donde tenía que estar a las 4 más o menos, eran como dos horas de viaje, entrenaba hasta como las 7, y de ahí dos horas para la casa, y después salía a jugar baby", dijo.
Finalmente, Medel reveló una simpática anécdota con un conductor del recorrido de las antiguas micros amarillas, Independencia-Los Domínicos.
"Me quedaba dormido, tenía un viejo que trabajaba en la 327, la micro, y no me dejaba pasar gratis el huevón pesado, él sabía quien era yo que iba a Católica y no me dejaba pasar, pero bueno todo esfuerzo tiene su recompensa", cerró.