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Los albos enfrentan un escenario crítico con siete futbolistas que terminan contrato en diciembre y que, desde este 1 de julio, pueden negociar libremente su futuro.
Mientras Colo Colo sigue en la lucha deportiva bajo la dirección de Jorge Almirón, en la dirigencia de Blanco y Negro se encendieron las alarmas, dado que son siete los jugadores del plantel que finalizan contrato a fines de 2025 y, conforme al reglamento FIFA, desde el 1 de julio están habilitados para negociar con cualquier otro club para la temporada 2026. Lo anterior pone en riesgo la continuidad de piezas fundamentales sin que el club reciba compensación económica.
Entre los futbolistas en esta situación se encuentran figuras de peso como Arturo Vidal, Esteban Pavez, Mauricio Isla, Cristián Zavala, Alexander Oroz, Emiliano Amor y Sebastián Vegas. El caso más urgente es el de Alexander Oroz, un delantero joven que ha sido seguido por varios clubes nacionales y que podría salir libre si no renueva pronto.
Por otro lado, el contrato de Vidal tiene una cláusula que podría extenderlo automáticamente por una temporada más si cumple con un porcentaje mínimo de minutos en cancha, mientras que Sebastián Vegas está a préstamo desde Monterrey hasta fin de año, lo que añade complejidad a su caso.
La dirigencia, en su afán por evitar perder a estos jugadores sin recibir dinero, ya evalúa acelerar las negociaciones de renovación antes de fin de julio, estudiar ventas anticipadas en el mercado de invierno o activar cláusulas de extensión donde existan. No obstante, el suspenso persiste y obliga a Blanco y Negro a tomar decisiones rápidas para no desmantelar el equipo.
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Asimismo, ya se trabaja en la búsqueda de refuerzos que puedan suplir eventuales bajas, aunque aún no hay nombres confirmados. La situación contractual de estos siete jugadores marcará el rumbo del Cacique para la temporada 2026 y será uno de los temas más importantes en la agenda del club en las próximas semanas.
