La posibilidad de que la Roja dispute un partido amistoso frente a Rusia en noviembre ha generado una fuerte reacción desde la Embajada de Ucrania en territorio chileno. Mediante una carta dirigida al presidente de la ANFP, Pablo Milad, la representación diplomática expresó su "profunda preocupación" ante la eventual realización del partido, considerando el actual conflicto bélico y las sanciones internacionales que pesan sobre Rusia.
En el comunicado, la embajada subrayó que "el deporte no debe ser utilizado para legitimar al agresor", refiriéndose a la invasión militar rusa en territorio ucraniano. Además, recordaron que tanto la FIFA como la UEFA han sancionado a Rusia por crímenes de guerra, impidiendo su participación en competiciones oficiales.
Asimismo, la delegación diplomática solicitó a la ANFP que se abstenga de cooperar con Rusia en materia deportiva mientras persista la agresión militar. La carta enfatiza la importancia de mantener la solidaridad internacional y evitar cualquier acción que pueda interpretarse como un respaldo indirecto al régimen ruso.
Hasta ahora, la ANFP no ha emitido una respuesta oficial sobre la solicitud ucraniana ni sobre la realización del amistoso. Sin embargo, la polémica ya está instalada y podría influir en la decisión final respecto al futuro de este encuentro internacional.