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El presidente de los albo puso a disposición de su abogado las pruebas que acreditan el "cobarde" accionar de Carlos Cortés durante la última reunión de directorio.
Tensión fue lo que se respiró la tarde de este miércoles en la reunión de directorio de Blanco y Negro, la que terminó de manera abrupta, luego que el presidente de Colo Colo, Aníbal Mosa, fuera presuntamente agredido por el también dirigente opositor, Carlos Cortés.
Y se habla de "presunta" porque hasta ahora rondan dos versiones de los hechos. La primera indica que el mandamás albo recibió un golpe de puño, mientras que la segunda señala que el portomontino se enredó con unos cables en medio de una acalorada discusión, antes de caer al piso.
Precisamente esta última historia fue la que salió a desmentir el propio Mosa, quien aseguró que "acá no hubo cables ni nada, a mí me botaron, fue muy denigrante, es denigrante ver a un presidente de club en el suelo siendo atacado".
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Fue el portomontino quien este jueves enfrentó los micrófonos en el estadio Monumental, donde contó lo que realmente ocurrió con Carlos Cortés.
"Me encuentro muy afectado y muy triste por esta situación, porque nunca pensé que podía pasar algo así. Llevo 15 años en este directorio, llegué en 2010 y he visto de todo, pero nunca como lo que vi ayer", contó en conferencia de prensa.
"Es una agresión lamentable, porque como lo he conversado con muchos presidentes de clubes que me han llamado, de Chile y el extranjero, y también con la ANFP, esto le hace daño al fútbol mundial y sudamericano. Cuando estamos empeñados en recuperar los espacios de convivencia como son los estadios, hay un director que quiere hacer las cosas violentamente", dijo.
Luego agregó que "sé que quieren detalles, pero no quiero profundizar mucho. Hay un curso legal, penal, donde mi abogado personal acaba de tomar esa situación. Por otro lado, va a correr un tema administrativo que tiene que ver con los valores de un dirigente de fútbol, para ver si puede seguir desarrollando la actividad".
