Matías Fernández fue uno de los futbolistas chilenos más talentosos del siglo XXI. Sin ir más allá, fue una de las figuras del tetracampeonato de Colo Colo y elegido el mejor jugador de América en 2006.
Su tremenda carrera le valió ser seleccionado nacional durante varios años, incluso en la mejor época de la Roja, cuando el primer equipo estaba compuesto por integrantes de la Generación Dorada.
Recordado es el partido por las clasificatorias a Sudáfrica 2010, cuando Chile goleó por 4-0 a Colombia, y "Matigol" anotó el cuarto gol que desató la euforia de Marcelo Bielsa.
Otra cosa que muchos futboleros recuerdan es el momento que protagonizó el propio "Loco" en un partido de la selección: cuando le gritó el clásico "¡Qué pasa ahora, Matías! ¡Siempre pasa algo!".
En diálogo con LUN, Fernández explicó que "no fue un reto. De hecho, ni siquiera me dijo nada después. Fue en un partido con Bolivia que me sangró la oreja, y como estábamos con 10 jugadores, lanzó esa frase".
Por otra parte, el formado en Colo Colo contó la razón por la que no pudo brillar en equipos top de Europa, pese a registrar pasos por Villarreal, Sporting de Lisboa, la Fiorentina o el AC Milan.
"Si no llegué a clubes como Real Madrid, Barcelona, Juventus o Manchester City, fue porque físicamente no daba para eso. La gente no lo sabe, pero yo podía jugar extraordinario un domingo, pero no podía estar al mismo nivel el miércoles para jugar otro partido", confesó.
"Yo estaba consciente de eso, no lo decía porque siempre quería estar. Pero no me daba. Eso lo conversaba con mis entrenadores, me trabajaban, pero nunca llegué a tener el físico de Arturo, Alexis, Bravo o el Bose (Beausejour). Nada tuvo que ver que yo leyera la Biblia o que fuese callado", cerró.