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La boxeadora recordó el duro momento que vivió hace seis años, y su lucha por volver al ring.
La tiradora chilena Francisca Crovetto obtuvo la primera medalla de oro para Chile en los Juegos Olímpicos de París 2024, en lo que fue una dramática definición del tiro skeet femenino.
"Pancha" accedió a la instancia final después de una exhaustiva ronda eliminatoria al impactar 120 platos de 125 posibles. Tras sortear una instancia de desempate, clasificó quinta a la ronda final.
En la instancia decisiva, la chilena se mantuvo firme como líder durante prácticamente todas las rondas, pero terminó por derrotar a la británica Amber Jo Rutter en una ronda desempate.
Tras la emocionante ceremonia de premiación, la "Fran" conversó con Javiera Naranjo, periodista de Chilevisión que no pudo aguantar la emoción tras la hazaña realizada por la chilena.
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"Demasiado feliz, la verdad que es un sueño. Yo soñé en el 2004 con estar en unos Juegos Olímpicos, y estos eran en mis cuartos. Los miedos de volver a no hacerlo bien siempre estaban presentes, pero la verdad que trabajamos mucho para llegar a este día", dijo.
Luego, se acordó de su familia y realizó una especial dedicatoria entre lágrimas: "Un abrazo gigante a la Dani, mi hermana; a la Pau, mi otra hermana, y a mi papá sobre todo. Y eso es, gracias, te lo prometí, te lo prometí papi, y aquí está".
"Sabía que la competencia iba a ser dura, como tú bien decías, Javi, no sabía los resultados, y sabía que hoy día tenía que, ojalá, tirar 50, que fue lo que intenté hacer, y lo importante es que jamás me rendí, nunca me rendí", aseguró.
"En la última serie partí fallando en el primer plato y cerré 24. Siento que esa es mi gran fortaleza, soy una luchadora, construyo cada competencia, entiendo que los ceros son parte del deporte, no me sorprende el deporte, también en la final, cuando fallé en los primeros dobles, dije, ok, todas fallan, todas pegan", reflexionó.
Luego, siguió dando rienda suelta a su emoción: "No tengo palabras, Javi, estoy viviendo el sueño, el sueño de la Francisca de niña, y de todo un país que ha creído en mí, el Comité Olímpico, el Ministerio...".
"Mi intención era siempre ir paso a paso, hacer una buena clasificación, entrar a la final. Entrar a la final significaba estar dentro de las 6 mejores, y se logró con un shoot-out. O sea, siempre tengo que sufrir, mi abuela me decía por qué hacértela fácil si la puedo hacer difícil, y así fue", recordó.
Finalmente, agradeció al país: "Para mí era un sueño, yo veía como el Nico (Massú) y Fernando Gonzáñez me inspiraron en esos Juegos Olímpicos hace 20 años, y yo soñaba con eso. Para mí más que la medalla o el color de la medalla, es haber tenido la compañía de todo Chile conmigo, la sentí en mi corazón, me atravesó el corazón y me ayudó a romper todos los platos".
