Gran conmoción generó la convulsión que tuvo Javier Altamirano en pleno partido de Estudiantes de La Plata el pasado 17 de marzo.
Tras ser examinado, se detectó que sufrió una trombosis en el seno longitudinal superior, es decir, un coágulo en el cerebro causó el desvanecimiento y las convulciones.
Esto, de acuerdo a los expertos, tendría consecuencias para su futuro, pues podría provocar su retiro anticipado del fútbol.
Según explicó el neurólogo Christian González del Instituto Neurológico de santiago, "habitualmente una trombosis venosa cerebral, si es que no hay una causa que la provocó, requiere entre 3 y 6 meses de anticoagulante y eso lo inhabilitaría de competencia''.
''Lamentablemente, la gran complicación del anticoagulante es el hecho de poder sangrar. Y no está indicado realizar deportes de contacto como el fútbol mientras esté recibiendo una anticoagulación", complementó el especialista.
"Hay pacientes que tienen condiciones de tipo genética como causa. Y muchos de esos pacientes quedan anticoagulados por largos períodos o de por vida", agregó.
Trombofilia
A su vez, el virujano vascular y endovascular de la Clínica U. de Los Andes, Manuel Espíndola, indicó que "lo más frecuente que nos toca ver es la trombofilia. Es decir, pacientes con alguna condición especial en su sangre, por falta de una proteína o por una proteína que mutó, y son más proclives a realizar trombosis".
"Un joven como él lo más probable es que tenga trombofilia", agregó.
De momento, su club, Estudiantes, ha indicado que la evolución del jugador ha sido favorable e incluso hace unos días dio a conocer que pasaría de cuidados intensivos a sala común para continuar con su recuperación.